Hace unos años una amiga española que vive en Londres me habló de este pastel de carne, o pork pie. Según comentaba este pastel es el que se llevan al campo los ingleses cuando pasan el día allí. De momento me sedujo la idea de hacerlo. Aunque hasta ahora no he encontrado hueco para ello. Buscando recetas por internet apareció la receta publicada por mi amiga Begoña, por lo que tuve claro que iba a preparar su receta. He hecho la mitad de los ingredientes, porque con los originales el pastel salía muy grande. Además he alterado un poco las proporciones de las ingredientes del relleno, y no le he puesto salchichas como hizo ella. Además he aprovechado para grabar un vídeo, del que abajo os dejo el enlace.
INGREDIENTES:
Para el relleno:
500 gr. de carne de cerdo picadas
250 gr. de panceta de cerdo
150 gr. de bacon ahumado
1 cucharada de sal
1 cucharada de macis molido (si no tenéis podéis añadir nuez moscada, aunque no es exactamente lo mismo).
Tomillo fresco
1 cucharadita de salvia picada (yo no tenía y le puse romero fresco)
Para la masa:
440 gr. de harina
160 gr. de manteca de cerdo
175 ml. de agua
1 huevo para pintar la masa
Para la gelatina:
150 ml. de caldo de pollo
3 hojas de gelatina
PREPARACIÓN:
Añadimos a la carne picada la cucharada de macis molido, junto con la sal. Añadimos la panceta cortada en trocitos y el bacon ahumado cortado en tiras finas. Cortamos el romero y el tomillo y añadimos, mezclamos todo bien con una cucharada o con las manos, hasta integrar todo. Reservamos mientras hacemos la masa.
Para hacer la masa calentamos el agua junto con la manteca de cerdo, hasta que esta se disuelva, después añadimos a la masa y removemos bien, amasamos con las manos hasta conseguir una masa elástica. Dividimos en dos trozos, el más grande de dos tercios de la masa y el otro de un tercio de la misma.
En un molde desmontable de unos 16 cm. de diámetro ponemos en la base papel vegetal, y engrasamos los laterales con spray desmoldante. Extendemos la porción más grande de masa con un rodillo y forramos el molde, dejando sobresalir por arriba un dedo o dedo y medio de masa. Rellenamos con la carne. Extendemos la otra porción de masa y tapamos el pastel, aprovechando la masa que sobresale para pellizcar con la masa de arriba y dejarla bien cerrada (podéis ver como lo hago en el vídeo que os dejo más abajo). Pintamos con huevo batido la masa y hacemos un agujero en el centro. Llevamos al horno precalentado a 180º durante 1 hora y 20 minutos aproximadamente.
Una vez horneado sacamos y dejamos enfriar el pastel sobre una rejilla. Una vez frío, preparamos la gelatina. Para ello ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría, calentamos el caldo, y cuando las hojas de gelatina se hayan hidratado escurrimos y añadimos al caldo, removemos hasta su completa disolución. Introducimos el embudo en el agujero del pastel y vamos añadiendo cucharada a cucharada la gelatina de caldo. Hay que tener paciencia porque tiene que ir acondicionándose el líquido dentro del pastel poco a poco. Una vez que esté todo añadido llevamos el pastel a la nevera hasta el día siguiente.
A la hora de servir desmoldamos y cortamos. Se sirve frío el pastel y podemos acompañarlo de una ensalada. Aquí abajo os dejo en enlace al vídeo para que podáis ver mejor la elaboración.
Feliz lunes.