La propuesta de hoy viene con un ingrediente otoñal, el membrillo. El dulce de membrillo del interior de estos pastelitos lo podéis preparar vosotros mismos en Thermomix o de forma tradicional. O podéis usar alguno comercial como el de Santa Teresa Gourmet como he hecho yo en este caso. Lo tenemos en varios formatos, y el ideal para estos pastelitos es el que viene ya en dados. La receta me sedujo desde que la vi en la revista Lecturas y no nos ha defreaudado. Tiene la textura de la masa de las típicas galletas de mantequilla pero más esponjosas por el añadido de la levadura.
INGREDIENTES (salen unos 24):
500 gr. de harina de repostería
150 gr. de azúcar
120 gr. de mantequilla reblandecida
3 huevos para la masa + 1 huevo para pegar las dos partes de masa del pastelito
1 sobre de levadura química (16 gr.)
1 cucharadita de extracto de vainilla
200 gr. de dulce de membrillo en dados
Azúcar glass para espolvorear por encima
PREPARACIÓN:Mezclamos la mantequila con el azúcar, añadimos los tres huevos y la esencia de vainilla, batimos bien hasta integrar todo. Por último añadimos la harina y la levadura tamizadas, cucharada a cucharada, hasta terminar de integrar todo. Sacamos del bol y amasamos a mano hasta conseguir una masa lisa.
Dividimos la masa en dos bolas y cada una de ellas la extendemos entre dos papeles vegetales. Extendemos cada una dejándola de un grosor de medio centímetro aproximadamente.
Cortamos circulos de pasta de unos cinco o seis centímetros de diámetro (si no tenéis cortador o aro lo podéis hacer con un vaso). Pintamos los bordes y encima de cada círculo pondremos un dado de carne o dulce de membrillo. Cogemos otro disco y pintamos los bordes y ponemos encima del otro presionando bien los bordes para que quede bien cerrado el pastelito.
Llevamos al horno precalentado (yo los he horneado en dos tandas) a 180º durante unos 20 minutos. Una vez horneados sacamos y dejamos templar sobre una rejilla. Espolvoreamos con azúcar glass. Podéis tomarlos templados o fríos, igualmente están ricos.
Ya habéis visto que la masa no necesita ni tiempo de reposo y que los pastelitos se pueden comer templados por lo que es una opción interesante si nos avisan unos amigos una hora antes de que vienen a tomar un café, no dejaréis de sorprenderles, seguro.
Feliz jueves.