Se trata de una verdura con unas hojas arrugadas y rizadas. Una verdura cada vez más conocida por su alto contenido en vitaminas K, A y C. Es por ello que es uno de los ingredientes considerados como "Súper Alimento" o "Súper Comida" junto con el hecho de que tiene un alto valor antioxidante, lo que la convierte en una verdura anti-cancerígena.
Por si fuera poco, también se ha comparado esta verdura con la carne de res por su alto contenido en hierro, proteínas y calcio. Pero eso no es todo, todavía tiene más beneficios; sin duda es de las mejores verduras para incorporar en nuestra dieta, ¿no te parece?
Yo no he tenido mucho contacto con esta hortaliza, pero sin duda vale mucho la pena incorporarla en más de un plato. En esta receta he querido probarla al horno con patatas y debo decir que queda con mucho más cuerpo que otras verduras como las espinacas, por lo que si no eres muy de verduras "duras" lo mejor será que la cortes en trozos muy pequeños o te pongas menor cantidad hasta que te acostumbres a su sabor y textura.
Ingredientes para 2 raciones
2 patatas
150gr. hojas de kale
2 dientes de ajo
30gr. almendras
30gr. avellanas
pimentón, pimienta y sal
aceite de oliva virgen extra
Pelamos las patatas y las troceamos. Las colocamos en una bandeja de horno.
Picamos el ajo y lo mezclamos con las patatas. Añadimos el resto de especias. Las regamos con un chorrito de aceite y mezclamos bien.
Horneamos las patatas a 200ºC unos 10 minutos.
Trituramos las avellanas y las almendras y las mezclamos con un poco de aceite y sal.
Lavamos bien las hojas de Kale, escurrimos y picamos a trocitos pequeños.
Añadimos a las patatas el majado que hemos hecho con los frutos secos y la kale. Mezclamos.
Volvemos a hornear unos 10-15 minutos más.
Ya sólo nos quedará servir y disfrutar.
Podemos acompañar el plato con una Lactonesa o Allioli o simplemente espolvorear un poco de queso parmesano o levadura nutricional por encima.