Esta es la historia de una humilde patata que quiso ser noble. Abandonó la tierra que le vio crecer y viajó en un saco junto con otras patatas hasta el mercado de la ciudad y de allí pasó a una gran cocina. El buen hacer de un cocinero la ennobleció no sin antes tener que someterse a un proceso que la redujo a puré y luego la moldeó a gusto de la nobleza de la época. Su transformación gustó tanto que alguien rebautizó aquel simple tubérculo con el nombre de patata duquesa, o para ser más exactos como “pommes duchesse” porque el cocinero en cuestión era francés, Auguste Escoffier, quién publicó la receta en “Le guide culinaire”. Las patatas duquesa suelen acompañar grandes platos.
RECETA
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INGREDIENTES
600 g de patata
50 g de mantequilla
Dos yemas de huevo
Sal
Pimienta recién molida
PREPARACIÓN
Lavar las patatas y ponerlas a hervir hasta que estén bien blandas. Pasar por agua fría y pelar.
Pasar las patatas por un pasapurés. Agregar la mantequilla cortada en trozos, las yemas, la sal y la pimienta. Mezclar bien. (1)
Poner en una manga pastelera con boquilla grande y rizada. (2)
Precalentar el horno a 190º calor arriba y abajo.
Poner en una bandeja de horno un silpat o papel sulfurizado y hacer montoncitos del tamaño que más os guste. Hornear hasta que estén doradas. (3 y 4)
CONSEJO
Estas patatas sirven para acompañar platos de carne o de pescado.Si las comemos como aperitivo antes de hornearlas les podemos agregar hierbas aromáticas como por ejemplo orégano, romero, etcétera.