Esta es otra de esas recetas de Fernando, sencillas pero con su toque especial.
Ingredientes (3 personas):
2 solomillos de pavo,
sal azul de Persia,
cúrcuma,
pimienta de Jamaica,
un par de huevos,
pan rallado crujiente (parecido al panko),
aceite de oliva suave,
mostaza de Dijon,
mostaza a la antigüa,
miel de Palma,
salsa de soja.
Comenzamos limpiando los solomillos de pavo y eliminando cualquier exceso de grasa, nervios y tendones. Cortamos después la carne en trozos medianos, para que puedan comerse de dos o tres bocados.
Salpimentamos los trozos de pavo, y les añadimos un ligero toque de cúrcuma, que les proporcionará color y un regusto exótico, además de ser muy saludable para nuestro cerebro.
Pasamos los trozos de carne por huevo batido (con un poco de sal) y los rebozamos después en el pan rallado crujiente, que les dará volumen al freír.
En una sartén, con el aceite bien caliente, comenzamos la fritura. Pocos trozos de carne en cada sartenada y bajando a medio el fuego para no quemar en exceso el rebozado, sin que se nos haga bien por dentro.
Iremos sacando los trozos de carne a un plato con unas hojas de papel de cocina para que absorba los excesos de aceite.
Si lo hacemos bien conseguiremos un rebozado, que se perciba muy crujiente en boca y una carne tierna y jugosa que no se nos debe pasar (mejor que se quede levemente sonrosada en su centro).
Para la salsa emulsionamos una cucharada y media de cada una de las mostazas, dos cucharadas de miel de palma y media cucharada de salsa de soja hasta que queda una mezcla suelta y ligera.
Y ya sólo queda disfrutar de nuestra crujiente carne de pavo. Servimos en cada plato unos trozos adornados con algún brote verde y una cuchara de presentación llena de salsa para que cada comensal la utilice en la medida que mejor le parezca.
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