Siempre que puedo me gusta criar los pollos en casa, pero claro, no todos tenemos la posibilidad de vivir en el campo y criar nuestros propios pollos o cerdos, gallinas, etc. aunque también tengo que decir, que a veces también compro el pollo para cocinar, porque no siempre tengo la posibilidad de criarlos en casa.
Para hoy os traigo una receta muy sencilla, pero no por ello menos sabrosa.
Para hacer las pechugas de pollo en salsa, vamos a necesitar lo siguiente:
Aceite de oliva.
Cebolla.
Una pechuga de pollo.
Tres dientes de ajos.
Perejil.
Una cucharadita de mostaza en grano.
Un vaso de vino blanco.
Sal.
En una cazuela ponemos un poco de aceite de oliva, la ponemos al fuego, y cuando está caliente le añadimos media cebolla picada, la removemos de vez en cuando y cuando está dorada ponemos encima los filetes de pechuga, que habremos salado previamente, de manera que queden bien repartidos por toda la superficie.
En el mortero echamos tres dientes de ajos, perejil y una charadita de mostaza en grano, lo machacamos bien, y cuando lo tenemos le añadimos medio vaso de vino blanco, lo removemos bien y lo regamos por encima de los filetes, como siempre quedan restos en el mortero, le echamos otro medio vaso de vino y con ayuda de la cuchara lo echamos por encima de la pechuga procurando que el vino arrastre los restos que han quedado del ajo, el perejil y la mostaza, tapamos la cazuela, bajamos el fuego al mínimo y lo dejamos cocer durante media hora aproximadamente. Y listo.
Como veis, la receta no puede ser más sencilla, pues a pesar de su sencillez, está muy rica, por eso os animo a que la hagáis y me contéis si os ha gustado.
Fuente: este post proviene de Cocina sana Tasym, donde puedes consultar el contenido original.
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