Mis hijos llevaban mucho tiempo diciéndome que les hiciera pepitos, pero yo y mi miedo a la levadura fresca me echaban para atrás. Como ya me he reconciliado con ella (después del roscón de reyes...), y ya le he pillado el truco no tenía escapatoria, así que este finde me ha tocado sesión de pepitos, y pronto según ellos me tocaran los donuts...¡¡socorro!!
Ingredientes:
- 400g de harina de fuerza
- 250 ml de leche
- 1 huevo
- 70g de azúcar
- una pizca de sal
- 1 sobre de levadura de panadero seca
- 50g de mantequilla a temperatura ambiente
- una piel de naranja sin la parte blanca
- crema pastelera para rellenar (ver receta aquí)
- azúcar para rebozar
Ponemos a infusionar la leche con la piel de naranja al fuego hasta que empiece a hervir. La apartamos del fuego y la dejamos templar con la piel de naranja dentro, la retiramos cuando esté templada.
En un bol grande, ponemos la harina mezclada con la levadura, la sal y el azúcar, hacemos un hueco en el centro y añadimos el huevo.
Seguidamente añadimos la leche templada y mezclamos bien.
Por último añadimos la mantequilla a tacos y amasamos.
Yo metí las varillas amasadoras porque es una masa muy pegajosa pero se puede amasar con las manos hasta que se forme una masa que se desprenda de las paredes.
La dejamos en un bol untado con aceite, tapada con film transparente y un paño de cocina en una habitación templada.
Hasta que doble su volumen.
La sacamos la amasamos un poquito para retirarle el aire y hacemos los bollitos al tamaño deseado, no demasiado grandes porque luego doblaran su volumen, a mi me salieron demasiado grandes. Los colocamos sobre papel de horno y los dejamos reposar tapados con un paño de cocina hasta que doblen su volumen en una habitación templada.
Ponemos aceite de girasol en una sarten honda y lo calentamos a 150º, el nº 7 de la vitrocerámica.
Recortamos el papel a su alrededor y sin tocar la masa los echamos en la sarten.
Los freímos dándoles vueltas para que no se quemen hasta que estén un poco dorados, no demasiado.
Los ponemos sobre papel absorbente y los rebozamos en azúcar.
Los dejamos enfriar. Los partimos por la mitad y los rellenamos con crema pastelera normal (ver recetas aqui) o de chocolate (ver receta aqui). Si tenéis una jeringa grande podéis rellenarlos sin partirlos.
¿Que os parecen?
Fuente: Salseando en mi cocina