Curioso nombre que no tiene nada que ver con la receta. Por lo que mi hermana me ha contado, es un plato bastante típico en la ciudad de Granada, en puestos callejeros o en fiestas de los pueblos dónde se suelen vender.
Como podéis apreciar se trata de una patata de bastante tamaño asada, en unos hornos característicos que se ven por la ciudad. Se pueden rellenar o comer simplemente con sal y pimienta y seguro que están igual de buenas
Lo primero que tenemos que hacer es pasar bien la patata y para ello la envolvemos en papel albal y la metemos en el horno, a 180 grados dependiendo del tamaño y del grosor, entre media hora a 45 minutos. Hay que ir abriendo la patata y pinchar con un cuchillo en su interior para comprobar que está correctamente cocinado.
Una vez asada la patata, podremos rellenar al gusto. A mí lo que más la atención me llamo fue la remolacha en tiras, ya que es un ingrediente que no tenía presente en mi cocina y que se ha vuelto bastante indispensable porque le aporta a las ensaladas una textura distinta. Así que rellenamos con mahonesa, aceitunas, maíz, guisantes cocidos, remolacha en tiras, unas tiras de jamón de york y repetimos la operación las veces que queramos