Este es una nueva receta para el reto “Alfabeto Salado” el juego de cocina que organiza Elena Valdizan del blog Mrmlada.
Si queréis ver las recetas anteriores que he hecho para este reto, pincha AQUÍ, que con ésta ya llevo cinco meses participando.
El juego de juego de cocina consiste en que se elige por sorteo dos letras que se asignan a dos blogs, elegidos también por sorteo. Y ¿a quién le ha tocado este mes? A servidora!!! Jaja. Me tocó la letra “P” y, a mi compañera, Ana Melm del blog “Migas en la mesa” le todo la letra “H”. A ella realmente le ha tocado una letra más difícil porque ¿Huevos? ¿Higos?. Finalmente propuso el hinojo, que me entusismó porque no lo he probado nunca y, evidentemente, no lo he cocinado nunca. Esto es un reto!!!.
Me puse a investigar y he aprendido mucho del hinojo, como por ejemplo que en el hinojo, como del cerdo, se comen hasta los andares… las semillas, las raíces, las hojas… cada parte tiene unas propiedades concretas, pero suele ser bastante común que facilita las digestiones. Se puede comer crudo, hervido, frito e incluso, en infusión. Además favorece la secreción láctea por lo que es indicada para dietas de mujeres lactantes.
Me había decidido a hacer una receta con el bulbo de hinojo pero ¡vaya, por Dios! Parece que la temporada de hinojo está empezando ahora y no se encuentra en las verdulerías de forma habitual. Llegué a visitar 13 verdulerías… algunas me miraban con cara de “¿Hinojo? ¿Qué es hinojo?”
Y otras me decían que habían ido a Mercavalencia y todavía no se vende de forma habitual. Decían que traerían hinojo cuando lo vieran en buen estado… sin citar fecha... dando largas... Finalmente, lo encontré en mi segunda visita a El Corte Inglés. ¡Bravo!
Vale, y ahora ¿qué? Se puede poner en crudo en una ensalada. Seguro que está muy bueno porque el olor es como de anís… crudo debe estar riquísimo. Pero, ¡no! Mejor hago algún tipo de salsa y así me decidí. Aunque se pueden hacer salsas más complicadas como salsa con mostaza, salsa de vino, y muchas más… me decidí a hacer una salsa más ligera de forma que no interfiera en la permanente dieta que llevamos a cabo (y que yo empiezo todos los lunes). Y… dicho y hecho…
Si queréis ver lo que han hecho mis compas de reto con PESCADILLA + HINOJO, pincha en el enlace.
INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS
4 pescadillas grandecitas
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 cebolla grande
1 bulbo de hinojo
1 vaso de caldo de pescado
Medio vaso de vino blanco
Un puñado de acelgas (optativo) yo lo he usado para darle color
Aceite de oliva virgen extra para sofreir
Sal y pimienta
PREPARACIÓN
1. Pedir que os limpien las pescadillas en la pescadería. No tiréis las cabezas y guardároslas para hacer algún caldo.
2. Colocar las pescadillas en una bandeja de horno, salarlas y salpimentarlas. Regar con dos cucharadas de aceite y asarlas en el horno.
Con unos 25-30 minutos a 180ºc estarán hechas.
3. Cortar la cebolla y el hinojo en trozos pequeños. Yo he utilizado una picadora porque me daba igual que se quedara en trozos irregulares porque después se iba a triturar totalmente.
4. Pon en una sartén el aceite para sofreír, rehoga la cebolla y el hinojo rallados.
Cuando ya esté suficientemente sofrito,
añadirle las hojas de acelgas,
y dejar que se sofria un poco, luego verter el caldo de pescado y el vino.
Remover y dejar que se cueza todo junto para que se mezclen los sabores.
5. Triturar todo con la batidora y rectificar de sal.
6. Repartir una pescadilla en cada plato y cubrirla con la salsa. Servir caliente. Acompañar con verduras o con patata asada.
Mi opinión: Me habían hablado mal de hinojo porque su sabor anisado parece que no es del gusto de todo el mundo. Supongo que este fuerte sabor se notaré en el hinojo en crudo porque yo no he notado ningún sabor “extraño”. La salsa estaba buena y la mezcla con la pescadilla era adecuada y fresca. Un plato sano y de dieta.