Sinceramente, hasta hace poco usaba los preparados que venden en los supermercados y salía del paso, pero en mi mente siempre quedaba el recuerdo de los buenísimos pinchos morunos de mi abuela. Los que venden, si os fijáis en los ingredientes, tienen muy pocas especias, básicamente pimentón, pimienta y alguna más. Pero eso no tiene nada que ver con estos pinchos morunos. Y es lo que les diferencia en sabor.
Esta receta, tiene un gran cantidad de especias, si algunas no os gustan siempre se pueden sustituir por otras que os puedan gustar más. Pero en casa siempre nos han gustado poner muchas especias a la comida. Por eso, si alguna de las que uso en los pinchos no os gusta, podéis sustituirla por otra que os guste más o no ponerla.
Lo bueno, de los pinchos morunos es que los maceramos durante unas horas o, incluso, un día para que tengan más sabor.
Como acompañamiento, podéis poner lo que prefiráis: patatas fritas, ensalada, o lo que más nos guste. Sinceramente, estos pinchos casan con todo! Os encantarán, os lo aseguro.
Por otro lado, podéis hacerlos de la carne que más os guste, en mi caso, pollo. Os habréis dado cuenta que es una de las carnes que más uso, y es que a mi el pollo me encanta. Las otras que hago es porque Julio es más carnívoro y le gusta todo tipo de carne, pero vamos que si es por mi, sólo comeríamos pollo. Y veréis que aunque la carne es de pollo parecen pinchos de cerdo, pero eso es debido a que al macerarlos han quedado con un tono impresionante!!
Y os aseguro que están para chuparse los dedos!! Así que ya no tenéis excusa para no hacerlos en casa!
VIDEORECETA:
Buen provecho!