Hoy viernes, en vez de un postre, os sugerimos una riquísima pizza, que también es muy de fin de semana. Y es que tras una larga semana apetece darse un caprichito…además tenemos más tiempo libre para poder hacer alguna receta más elaborada. Lo fácil es coger el teléfono y encargar una, pero todos sabemos que muy sanas no son…así que os proponemos daros un capricho pero casero, que siempre resulta menos calórico. También es la excusa perfecta para estar un rato en familia o con amigos. Uno se encarga de la masa, otro de la carne y otro de la decoración! todo en familia es mejor.
INGREDIENTES
Para la masa:
350 gr. de harina
25 gr. de levadura fresca
2 cucharadas de aceite de oliva
10gr. de sal
Para la pizza:
1 pechuga de pollo
Chorizo en lonchas o tacos
1 pimiento verde
Cebollino o cebolleta
Queso rallado
Salsa de tomate
Orégano
PREPARACIÓN
1º Desmenuzamos la levadura en un vaso con agua tibia y lo dejamos reposando 15 minutos. Mientras ponemos la harina en un bol grande y hacemos un hueco en medio. Ponemos la sal en un lado del bol (no debe estar al lado del agujero donde irá el agua). Calentamos el horno a 50º para que luego repose la masa.
Pasados los 15 minutos vertemos el agua con la levadura en el centro y añadimos las dos cucharadas de agua. Empezamos a trabajar la masa con la ayuda de una cuchara de madera hasta que veamos que ya casi todo está mezclado. Puede ser que necesite algo más de agua, vamos añadiendo poco a poco y empezamos a trabajar la masa con las dos manos. Amasamos hasta que vemos que está bien mezclado y no se nos pega en las manos. Hacemos una bola con la masa y la dejamos en el bol untada con unas gotas de aceite para que no se nos seque. La metemos al horno ya apagado durante, por lo menos, media hora. Tiene que doblar su tamaño. Mientras la masa reposa cortamos la pechuga en trozos y la hacemos en una sartén, lo justo ya que después terminará de hacerse en el horno.
2º Cuando la masa haya doblado su tamaño la sacamos y la trabajamos sobre la mesa enharinada. Vamos dándole forma de pizza con los dedos. Es un proceso algo lento, no hay que forzarlo si no ir aplastando poco a poco la bola hasta que consigamos el tamaño de pizza deseado. Precalentamos el horno a 210º.
3º Untamos toda la base con la salsa de tomate y vamos añadiendo los demás ingredientes: el pollo, el chorizo cortado, el cebollino o la cebolleta picada, el pimiento cortado en trozos, el queso para gratinar y, por último, espolvoreamos el orégano por toda la pizza. Metemos al horno durante unos 15 minutos o hasta que los bordes estén doraditos.
4º Sacamos del horno la pizza y la cortamos en porciones. Ya solo nos queda aguantar un par de minutos y soplar para no quemarnos la lengua por las ansias!!!
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