Hoy os traigo una receta para tomar una pizza diferente, sin gluten y con una base mucho más sana y rica. Empecemos por los ingredientes:
- 200gr brócoli
- 50gr mozzarella rallada
- 1 huevo
- ajo en polvo
- cebolla en polvo
- pimienta
- hierbas provenzales
- tomate maduro
- topping (mozzarella y pollo)
Empezaremos limpiando y cortado el brócoli en florecitas para proceder a triturarlo, en crudo, hasta que parezcan granos de arroz.
Seguidamente añadimos el huevo y mezclamos bien.
Añadimos el queso rallado y mezclamos hasta formar una masa.
Sazonamos la masa al gusto, yo recomiendo ajo y cebolla en polvo, además de un poco de pimienta recién molida. No suelo tomar demasiada sal pero éste sería el momento de añadirla a la masa.
Pasamos la masa a una bandeja de horno y presionamos bien con los dedos para extenderla. No debe quedarnos una masa demasiado gruesa.
Horneamos a 200ºC con calor arriba y abajo unos 15-18 minutos.
Una vez la masa lista procedemos a terminar la pizza. Añadimos tomate triturado natural por encima de la base y un poco de hierbas provenzales.
Añadimos queso mozzarella y, en mi caso, un poco de embutido de pollo, pero podéis añadirle lo que más os guste.
Horneamos unos 10 minutos con calor sólo arriba para que se funda el queso y listo.
Y éste sería el resultado, una rica y nutritiva pizza casera al gusto de todos.
Espero que os guste y hasta la próxima!