Por otra parte el contraste de dulce y salado es otra de mis pasiones, eso sí, sin excesos, la cantidad justa.
Así que esta pizza casi casi se puede decir que me la comí con los ojos cerrados, un placer para el paladar, os lo aseguro.
Ingredientes para 4 personas:
Masa de pizza (aquí)
1Pimiento y 1 berenjena escalivados o asados (aquí)
80-100 gr. de queso gorgonzola
8-10 c/s de tomate frito (aquí)
2 dientes de ajo
Orégano, sal
10-12 uvas
Aceite de oliva virgen extra
En un cuenco poner el pimiento y la berenjena a tiras pequeñas, los ajos picaditos, un poco de sal y aceite mezclándolo bien. Reservar.
Una vez estirada la masa de la pizza extender un poco de tomate frito.
Repartir trocitos de gorgonzola, encima poner la mezcla del cuenco y espolvorear con orégano.
Cocer en horno precalentado a 180º durante unos 15-20 minutos.
Mientras pelar y partir por la mitad las uvas poniéndolas encima de la pizza una vez esté fuera del horno.
Un poco de orégano y lista.
NOTA: Si no queréis hacer la masa de pizza se puede comprar hecha, pero no cuesta nada hacerla y resulta más económico.
** La cantidad de pimientos y berenjenas dependen del tamaño de estas y de lo que os gusten, yo suelo hacer más de la cuenta y si me sobra escalivada la congelo.
** La cantidad de queso más o menos a vuestro gusto.
** El tomate frito mejor casero, sino emplead uno que os guste.
** Las uvas pueden ser en almíbar si no queréis pelarlas y tener trabajo, pero se hace en poco, mientras se cuece la pizza.
Con esta receta hago mi aportación a Memòries de cuna cuinera cuyo tema elegido este mes es la Escalivada