Pues como hemos empezado el año con ganas en lo que a darle un poco de "vidilla" a mi Plato de Loza, ya tengo en el tintero un par de recetitas y alguna tenía que haber sido antes de esta porque la probaron y me la pidieron… una semana, unos días y la subo ¿vale?
En fin he "colado" este pollo a la andaluza porque forma parte de un reto para esta semana de la red Facilísimo a la que pertenezco y siendo una receta tradicional de pollo me sentí enseguida "retada" ya que es un ingrediente que utilizo mucho en casa, que nos gusta a todos y que preparo de mil formas.
Tradicional y con protagonismo del pollo. Me costó elegir porque, como digo, lo preparo de bastantes formas, tradicionales y más modernitos (aunque éstas últimos no valían) y al final me decidí por este pollo a la andaluza donde las aceitunas y una cuidada mezcla de especias le dan un sabor muy especial, muy de aquí, con un recuerdo especiado al pasado andalusí de mi tierra.
En casa gusta mucho, como he dicho creo, y aunque la idea partió de una joyita de libro que compré hace tiempo ("La cocina sevillana") la he ido adaptando a nuestros gustos poco a poco. Para ilustrar el magnífico sabor de éste de la foto os cuento la conversación con mi peque.
- Mamá me he acabado el plato, quiero repetir, échame más pollo y más aceitunas.
- Chica pollo queda pero aceitunas ya no.
- Bueno mamá entonces me como las de tu plato.
- Ehhh, entonces me quedo yo sin ninguna…
- No importa mamá porque tu puedes cocinarlo otro día y así comemos más las dos.
Le encantó jajaja.
En fin empezamos a elaborarlo. ¿Qué ingredientes necesitamos?
Para el caldo de pollo yo hice un fondillo con la carcasa y algunas piezas del pollo que compré. Siempre da mejor sabor, pero una pastilla de caldo o un vaso de los precocinados de tetra brick es más rápido y nos vale. El fondo yo lo preparé como digo sofriendo las carcasas y estas piezas menores con un puerro, un pimiento y una zanahoria, luego añadí agua y sal y deje cocer una horita a fuego lento. En los últimos 20 minutos añadí una patata desgajada para dar textura y aclarar un poco el caldo. Luego es recomendable desgrasar.
Comenzamos la elaboración en sí del plato echando en una sartén un buen chorro de aceite de oliva virgen extra (AOVE) y sofreímos el pollo que hemos salado previamente.
Mientras se sofríe, preparamos la mezcla de hierbas. Yo cogí del "huertito personal de mi patio" un poco de tomillo y unas hojas de hierbabuena. Además, le añadí una media cucharada de romero. El romero es esa especie que si la usamos va a prevalecer siempre sobre las demás por eso siempre tengo respeto de usarla, pero en este plato va bien.
Mirad que color tan doradito coge el pollo.
En fin, cuando ya este dorado lo sacamos y ponemos en el aceite a freír una cabeza de ajos enteros previamente machacados.
Y mientras, untamos el pollo sofrito que hemos reservado con la mezcla de especias y añadimos a los ajos dorados una cebolla cortadita en juliana.
Añadimos el pollo especiado y damos unas cuantas vueltas para terminar el sofrito.
Es hora de añadir el vino, remover un poco y tras unos minutos añadir el caldo y la hoja de laurel.
Dejamos que el pollo termine de hacerse. A mi me gusta que la carne esté muy blandita y para comprobarlo la pincho con un tenedor y si se deshace fácilmente es hora de retirar del fuego pero… ¡que no se me han olvidado las aceitunas! Cinco minutos antes de retirarlo echamos las aceitunas y rectificamos de sal. Es mejor no echar mucha sal antes porque la acidez de determinadas aceitunas puede subir el sabor. Así que es el momento de probar y rectificar. ¡ah! Para gustos los colores, parte de la "family" opina que las aceitunas negras van mejor y a mi me gustan más aceitunas tipo manzanilla verdes sin hueso. A elegir, que ambas van bien y si no se echa de las dos, como hice yo, y así le damos color al plato (¡y sabor!)