Estamos de reto con CocinArte, y este mes una de las artistas más expresivas y que me apasionan personalmente del siglo XX, una mujer frágil físicamente, con una mala salud de hierro, fuerte para hacer frente a todas las adversidades de su corta vida, y con una fortaleza artística que no ha sido superada, hablo de FRIDA KAHLO y de su extensa obra de más de 200 óleos y bastantes apuntes, María Ayala ha elegido “Autorretrato con Bonito”, pintado en 1941, Oleo sobre lienzo, que aunque parezca grande por la intensidad de la pintura, es una obra de pequeñas dimensiones 55cm x 43,4cm y pertenece a una colección privada, pero tiene una gran intensidad, sólo hay que fijarse en los ojos de Frida.
La biografía de Frida es increíble y se resume en una vida de superación de obstáculos físicos y psíquicos. Ella en realidad quería ser médico, pero la fatalidad la llevó a tener que superar 32 operaciones a causa de un accidente de tráfico. Aquí postrada en una cama y con un padre que era pintor amateur se interesó en la pintura para superar su larga convalecencia. Sus padres hicieron construir un caballete especial que se apoyaba en la cama y aguantaba los lienzos en los que pintaba e hicieron instalar un espejo bajo el dosel de su cama, el cual permitió a Frida el verse y convertirse en la propia modelo para sus cuadros y reflejar su estado anímico a través de sus ojos.
Cuando recuperó su movilidad, volvió a la vida intelectual de la época y conoció a Diego Rivera, el muralista mejicano con el que acabó casándose en 1929. Tuvieron una tortuosa relación, lo que alimentó los argumentos artísticos de Frida, llenos de expresividad y sentimientos. Cuando a la artista le preguntaban por qué pintaba tantos autorretratos, ella contestaba: “porque estoy sola tan a menudo, porque soy la persona que conozco mejor“.
El cuadro que tenemos hoy como tema de nuestros platos, tiene una historia de trasfondo, en esta época, ella estaba en San Francisco, con Diego Rivera, donde contrajo matrimonio, así estando allí Frida recibió la noticia de que su padre, Guillermo Kahlo había muerto. Tras esa dura noticia, la artista se traslado a su casa familiar en Coyoacán, México, a vivir. Y allí instalada, pintó este autorretrato. Por eso la vemos vestida de negro, cosa poco frecuente en sus cuadros, que siempre tiene el fabuloso tocado de flores, aquí muestra el luto que sentía por su padre. En su hombro está su querido loro Bonito, que según dicen también había muerto recientemente. No lleva las características joyas, contrasta tan sólo la mariposa negra y el insecto que hay en las hojas. En esta pintura, Frida, muestra su tristeza y la soledad con la que está viviendo una época de pérdidas en su vida.
En nuestra recreación del plato, vamos a elaborar un pollo adobado con cítricos que es muy típico de ciudad de México en verano, con calabacín aliñado y deshidratado para completar el fondo vegetal del cuadro de Frida y un pico de gallo para refrescar el plato. Un plato sencillo, como el cuadro de Frida pero con un contraste de sabor como la fuerza de Frida.
Tengo que decir que pongo pollo por que en el supermercado no había loro.
INGREDIENTES: Para 2 personas, 1 pechuga de pollo partida por la mitad, 1/2 cucharada de pimentón dulce, 1/2 cucharada de comino, 1/2 cucharada de ajo en polvo o 2 ajos machacados, 1 cucharadita de chile o guindilla en copos según nos guste el picante, media naranja cortada a rodajas, el zumo una lima, perejil picado o cilantro (tengo que contar que no me gusta el cilantro) 2 cucharadas de aceite AOVE, 2 cucharadas de cerveza, sal y pimienta.
ELABORACIÓN DEL CALABACÍN DESHIDRATADO (opcional): Para un calabacín de 600 gr. 1 cucharada de orégano, 1/2 de ajo en polvo, 1/2 de cebolla en polvo, 1/2 de sal, 1/2 de pimentón dulce, un poco de pimienta negra molida, y albahaca fresca si tenemos.
Partimos el calabacín bien limpio, a cuchillo a rodajas lo más finas que podamos, si no tenemos mandolina como es mi caso. Ponemos el calabacín en un recipiente y le añadimos las especias, lo dejamos macerar una hora.
Precalentamos el horno como máximo a 80 grados solo con el aire caliente o el ventilador. Preparamos las rejillas del horno con papel de hornear, ponemos la rodajas de calabacín macerado, no importan que estén juntas por que luego al perder el agua quedan más pequeñas.
Dejamos 6 horas ( que nadie se asuste, que esto es así para deshidratar las verduras), a mitad de tiempo le damos la vuelta y así pierde la humedad el horno, esto es importante, de vez en cuando abrimos el horno un par de segundos para que no tenga humedad. Cuando vemos la verdura ya seca, apagamos el horno y la dejamos dentro con la puerta un poco abierta para que con el calor que quede termine de secarse y no le quede agua.
ELABORACIÓN DEL POLLO: En un recipiente que no sea metálico ponemos las pechugas y el resto de ingredientes, movemos bien, que quede el pollo bien cubierto, tapamos con papel film y dejamos macerar en el frigorífico preferiblemente desde la noche de antes.
Cuando lo tenemos adobado, preparamos la plancha en el fuego, escurrimos y secamos el pollo.
Lo asamos vuelta y vuelta untándolo con el adobo, que ya tiene aceite, los últimos minutos dejamos que dore. Lo adornamos con cilantro o perejil y una ensalada de pico de gallo.