Hoy era uno de esos días en los que me apetecía un guiso de esos tracicionales, de la abuela. Me acuerdo cuando le pedía ese antojillo y ella me lo hacía encantadísima y sin despeinarse... Tampoco le pedía muchos antojos porque me encantaba todo lo que cocinaba.
Pero cuando la abuela no está... sólo queda encomendarse a sus manos imaginarias y cocinar. Y suele quedar bien, la verdad :)
En realidad, no recuerdo que mi abuela preparara este plato. De hecho inventé con lo que tenía en casa, y saqué de allí, y de aquí: misrecetas.com. La verdad es que miré internet para ver si existía algo del estilo y, evidentemente, algo había porque todo está en internet.
Sin más miramientos vamos a la receta...
Ingredientes:
Pollo entero, troceado y sin piel
2 zanahorias grandes
1 tallo de apio
2 cebollas rojas
5 dientes de ajo
3 ramas de romero
vino tinto
aceite
sal
pimienta
Preparación:
Poner los trozos de pollo en un recipiente (de plástico o cristal) con tapa.
Salpimentamos y añadimos dos dientes de ajo finamente picados y las hojitas de dos ramitas de romero. Echamos un chorro generoso de vino tinto y un chorrito de aceite de oliva virgen.
Dejamos reposar en la nevera durante una noche (si no tienes tanto tiempo, pues todo el tiempo que puedas. Si no dispones del tiempo, obvia este paso y añades el vino y el romero directamente en la fuente del horno. No queda igual, pero quedará riquísimo)
...al día siguiente...
Cubrimos una fuente de horno con un chorro generoso de aceite de oliva.
Cortamos las zanahorias en ruedas y cubrimos la fuente con ellas. Después lo mismo con el apio y las cebollas en tiritas. La base del recipiente ha de quedar cubierta por estos tres vegetales (si quieres cambiar alguno o ponerle alguno más siempre será bienvenido a la fiesta!)
Pelamos los tres ajos, los aplastamos y los añadimos al recipiente (si quieres más o menos ajos... tú eliges)
Echamos sal, pimienta y aceite por encima.
Ahora le llegó el turno al pollo. Después de macerar toda la noche en la nevera, lo distribuímos por encima de los vegetales. No se nos ocurrirá tirar ese juguillo que quedó en el recipiente donde "durmió" el pollo. Lo echamos todo por encima.
Ponemos, además, unas ramitas de romero por encima y cubremos la fuente con papel de aluminio o papel encerado. Irá al horno, que hemos precalentado previamente, a 180ºC durante una hora o una hora y cuarto. No lo abras mucho porque se escapa todo el vapor y se evapora el agua.
Transcurrido este tiempo retiramos el papel de aluminio y lo dejamosque gratine durante otros 15 minutos. Esto es para que coja colorcillo.
A la hora de llevarlo a la mesa, lo puedes acompañar con patatitas, con yuca cocida, con arroz, ensalada... lo que quieras.
Espero que os guste.