Desde siempre me gustó al pollo asado. Me encanta el olor que deja en la cocina un asado de ave que anticipa un sabor acorde y si, como en este caso, va acompañado de romero y limón junto con otros condimentos, el resultado es inmejorable.
La diferencia entre un guiso y un asado de pollo es que este último anuncia fiesta. Celebremos con un asado el compartir una mesa repleta de olores y sabores mediterráneos.
Para 6-8 personas:
1 pollo de corral como de 1,5 Kg
2 limones
un ramillete de romero fresco
1 cebolleta
2 dientes de ajo
aceite de oliva
2 patatas medianas
1 vaso de vino blanco
agua
salSe precalienta el horno, con calor arriba y abajo, a 180ºC. Se pelan las patatas, se lavan y se cortan en rodajas. Se corta de cebolleta en juliana.
Se pone en una fuente de horno un poco de aceite de oliva y se coloca un lecho de patatas y cebolleta para poner el pollo encima.
Se prepara el pollo atando las patas con una cuerda de bramante. Se corta con cuidado, introduciendo unas tijeras entre la piel y la pechuga para introducir dos ramas de romero entre ambas.
Se prepara un majado de los ajos, hojas de romero, el zumo de medio limón, aceite de oliva y sal y se remueve bien para que se quede una mezcla un poco emulsionada.
Se unta con ayuda de un pincel este majado por toda la superficie del pollo. Se añade también el majado por la cavidad interior del pollo (por el culete) y además se introduce medio limón.
Se mete en el horno caliente. A los 20 minutos se añade el vino blanco, regando el pollo. A los 40 minutos se le da la vuelta al pollo y se riega con más majado y agua si fuera necesaria.
A la hora se le vuelve a dar la vuelta y se riega con su jugo o se agrega un poco más de agua (siempre que se requiera, si se seca mucho).
Cuando lleve una hora y cuarto se saca del horno, se corta y se sirve acompañado de las patatas y las cebollas y salseado con su jugo. Se decora con una rama de romero.
Hay quien prefiere tomarlo templado y lo único que se calienta entonces es la salsa.