Este mes, para variar, ando más liada que la pata de un romano.
Pero me avisaron María Dolores y Suny para que participara en este concurso...
...y la verdad es que no me pude negar.
Suele ser muy general la queja de que la comida "de hospital" es muy sosa, poco variada, "sin gracia"... Y yo entiendo que cocinar para tanta gente, que, además, no se encuentra precisamente bien, y no tolera cualquier alimento ni cualquier tipo de preparación, tiene que resultar complicadísimo. Y, si las ideas, a veces, se nos acaban en casa, imaginad en un hospital.
Así que me animé a aportar mi pequeño "granito de arena", por si sirve como idea para variar los menús de hospital.
Es un plato riquísimo. Se puede preparar con pollo troceado, pero he preferido hacerlo con pechuga, porque quizá otras partes del pollo (muslos, contramuslos...) sean más incómodas de comer para determinados pacientes.
Yo compro una lata de tomate pelado y lo trituro en casa... pero eso es una manía personal mía (me gusta ver lo que "trituro", como me pasa con la carne picada, jajaja).
Y una advertencia: yo lo hago con vino blanco, y el alcohol se evapora con la cocción. Pero, en caso de que, por cualquier circunstancia, no se quiera o se prefiera no usar vino, podemos sustituirlo por caldo de pollo o verduras sin ningún problema.
Con esta receta, por lo tanto, participo en el Concurso ?Recetas sanas, ligeras y equilibradas? para celebrar el 30 Aniversario del Hospital General Universitario de Elda (localidad que, por cierto, visito con mucha frecuencia, aunque, afortunadamente, no el hospital, jejeje).
INGREDIENTES (Para 4 personas)
3-4 pechugas de pollo (unos 750 gramos)
1 cebolla mediana
2 dientes de ajo
Medio pimiento rojo
Una lata de 1 kg de tomate triturado
Aceite de oliva virgen extra
Harina
1/2 vasito de vino blanco, o de caldo de pollo o verduras (un chorreón).
Un puñadito de tomillo.
Sal, pimienta y azúcar o edulcorante (al gusto)
PREPARACIÓN:
Cortamos las pechugas en trozos, las rebozamos con poca harina (sacudimos el exceso), y las doramos en un chorreón de aceite de oliva, a fuego fuerte, para que se sellen, en una sartén honda o cacerola.
No hay que cocinarlas mucho, sólo "vuelta y vuelta".
Reservamos, y salpimentamos.
En ese mismo aceite (puede que necesitemos añadir un poquito más, pero no mucho), rehogaremos la cebolla y los ajos, todo muy picadito, a fuego medio.
Cuando pasen 5 minutos, añadiremos el pimiento rojo, también picado finamente.
Tapamos, y dejamos que se vaya haciendo durante unos 15 minutos.
Entonces, agregamos el vino o el caldo, y dejamos que reduzca durante unos dos minutos.
Colocamos el pollo en la cazuela o sartén...
...añadimos después el tomate triturado, el tomillo, la sal, y una pizca de azúcar (o edulcorante, en mi caso) para contrarrestar la acidez del tomate.
(Con la humareda, era imposible hacer una foto medio decente, jajaja).
Y dejamos cocer durante unos 15-20 minutos, a fuego medio-bajo, hasta que se reduzca la salsa.
Está más rico si lo preparamos con unas horas de antelación. Y podemos tomarlo solo o acompañado con patatas cocidas, o arroz hervido.
Espero que os guste, y que os animéis también a participar en el concurso.
¡Ah, y no olvidéis que, hasta el próximo domingo, podéis seguir participando en el SORTEO de este libro, si os apuntáis en ESTA ENTRADA!.
Un beso.