La carne de pollo resulta económica, con poca grasa (sobre todo si se retira la piel) y un aporte suficiente de proteínas.
Presente en todas las cocinas del mundo, existen muchas formas de cocinarla.
Al ser una carne blanca y de reducido sabor, es necesario encontrar acompañamientos que aporten ese sabor y color de que carece.
Aquí lo intentamos conseguir con la almendra como ingrediente principal
RECETAS SIMILARES: PECHUGAS DE POLLO A LA FLORENTINA.
FUENTE: www.polloensalsa.net
INGREDIENTES
Tres pechugas de pollo.
75 g. de almendra cruda pelada.
Una cebolla.
Un diente de ajo.
Una zanahoria.
Vino blanco
Pan del día anterior.
Tomate concentrado (o tomate frito)
Concentrado de caldo de pollo.
Aceite de oliva virgen extra.
Cúrcuma
Sal y pimienta.
ELABORACIÓN
Limpiamos las pechugas de grasas y telillas y las troceamos en cubos. Salpimentamos y doramos en la cazuela que vayamos a utilizar con dos cucharadas de aceite. Reservamos.
Picamos ajo, zanahoria y cebolla y las pochamos en la misma cazuela. Cuando estén casi a punto, añadimos las almendras enteras y damos unas vueltas.
Pasamos el contenido de la cazuela al vaso de la batidora y trituramos de forma que se noten los trocitos de almendra.
Incorporamos la mezcla de nuevo a la cazuela, añadimos un vaso de vino blanco y rascamos el fondo de la cazuela con una cuchara de madera para incorporar los restos adheridos de pollo.
Añadimos el pan, al que previamente habremos quitado la corteza y troceado. Añadimos también una cucharadita de cúrcuma (o colorante), el concentrado de pollo y el tomate.
Completamos con un poco de agua que apenas cubra el guiso, removemos y dejamos cocinar a fuego lento hasta que el pollo esté a nuestro gusto.