Hoy presentamos este delicioso pollo en salsa de almendras. Es muy fácil de realizar y seguro que gustará a toda la familia. Es un poco al estilo del pollo en pepitoria, pero cada uno le da su feeling. ¿Os animáis a hacerlo? Son de los guisos chup chup, que tanto gustan. ¡Vamos alla!
Ingredientes (no voy a poner medidas exactas porque van al gusto):
Muslitos de pollo: La cantidad que creais necesaria, podéis hacer más, y luego congelar para futuro.
AOVE
Vino fino de Montilla-Moriles o, en su defecto, Oloroso.
Almendras
Ajo, cebolla, pimiento verde y pimiento rojo
Laurel, sal, pimienta, azafrán
Elaboración:
Vamos a tener dos elaboraciones que luego integraremos. Lo primero es echar, en una olla plana suficientemente grande para que quepan todos los muslitos, un buen chorreón de AOVE. Cuando esté caliente empezamos a dorar los muslitos. Cuando estén doraditos, echamos un buen chorreón de Vino fino Montilla-Moriles y dejamos que se vaya evaporando el alcohol, aquí echamos el laurel. Bajamos el fuego al mínimo cuando los muslitos estén doraditos para que se vayan cociendo.
En otra olla hacemos el sofrito-majado. Consiste en dorar en AOVE la cebolla, el ajo, los pimientos y las almendras. Cuando estén sofritos lo pasamos por la batidora para que se haga un majado.
Este majado lo añadimos a la olla donde tenemos el pollo y, a continuación, vamos removiendo para que se integre todo. Aquí añadimos las especias: sal, pimienta y azafrán. Si vemos que la salsa ha espesado mucho y el pollo aún están sin hacer, añadimos un poquitín de agua (no mucha), poco a poco.
Cuando esté el pollo en su punto, sacamos y servimos. Y ¡listo! ¡A disfrutar! Lo que nos sobre podemos congelarlo en táperes y guardarlos para otra ocasión.
Mi pequeño consejo: Evidentemente el vino le da ese saborcillo muy especial, se puede cambiar por otro tipo de licor como Ron o un pelín de vinagre (sin pasarse). Y las especias, estas van bien, pero se puede añadir la que más os guste.