Se acerca la hora de la comida y hoy traemos un plato con toque oriental, solo decir que es increíble lo bueno que estaba y lo fácil que ha sido de hacer. Mezclamos por un lado la temperatura, ese truco magnifico traído de oriente y luego sabores intensos y frescos como es el jengibre y la soja. Todo mezclado, con mimo y con las cantidades adecuadas hace que este plato sea otra receta a probar sí o sí.
Ingredientes:
Pechuga de pollo ... 500 gr
Dientes de ajo ... 2 ud
Azúcar glass ... 1 cucharadita
Caldo de pollo ... 150 ml
Huevo ... 1 ud
Soja 3 cucharaditas
Jengibre
Sal
Pimienta
Cerveza
Harina de tempura
Elaboración:
Colocamos en un recipiente el caldo de carne, junto con la pimienta, la sal, el huevo, la soja, el azúcar glass, el ajo muy bien machacado y el jengibre rallado. Es importante remover todos los ingredientes para que se integren muy bien.
Una vez que este batido echamos el pollo para que coja el sabor y lo dejaremos una media de 3 horas ( nosotros lo tuvimos 5 horas) se lleva a la nevera y se deja reposar.
Pasado ese tiempo hacemos la harina de tempura , nosotros en vez de hacerlo con gaseosa la hicimos con cerveza sabor limón para que diera un toque mas cítrico.
Cuando el pollo este pasado por la tempura ponemos aceite a calentar y lo freímos. Una vez listo, lo colocamos sobre papel de cocina para que libere el aceite sobrante. Y ya tenemos nuestra receta lista.