El truco para la receta es cocinar un pollo de buena calidad y cocinarlo lentamente, sin prisas, que es cuando mejor salen los guisos.
Os animáis??
Ingredientes: (para 4 personas):
1 pollo de corral
2 cebollas de Figueras
2 tomates
2 ajos
1 rama de tomillo
1 rama de canela
50 ml de aceite de oliva virgen extra
1 vaso de coñac
1 vaso de vino blanco
Caldo de pollo
50 gr. de piñones
75 gr. de ciruelas
Un puñado de pasas
Sal
Pimienta
1 cucharadita de azúcar
Elaboración:
Cortamos el pollo a tercios. Lo limpiamos bien y secamos. Lo salpimentamos y reservamos.
Ponemos a calentar el aceite de oliva en una cazuela de hierro o barro.
Golpeamos un par de ajos con el cuchillo, y sin quitarle la piel, los cocinamos unos minutos y los retiramos.
Freímos el pollo a fuego fuerte para sellarlo y una vez esté dorado, lo retiramos. Reservamos.
Cortamos la cebolla a daditos pequeños y la pochamos a fuego lento hasta que esté transparente.
Rallamos los tomates y los añadimos. Salpimentamos y agregamos una pizca de azúcar para que pierda la acidez. Lo cocinamos hasta que se evapore el agua de los tomates.
Agregamos el coñac y el vino blanco y dejamos evaporar el alcohol.
Disponemos el pollo en la cazuela, agregamos la ramita de tomillo y de canela y cubrimos con el caldo de pollo.
Lo cocinamos a fuego suave durante aproximadamente 50 minutos. A los 35 minutos, añadimos las ciruelas, pasas y piñones. Rectificamos de sal y pimienta.
El tiempo de cocción será aproximado. Todo dependerá del tamaño del pollo.
Pinchamos con un tenedor, y una vez esté tierno, estará listo.
(Si vemos que la salsa está demasiado clara, podemos espesarla añadiendo en los últimos 5 minutos, una picada de almendras, avellanas y pan frito).