Mi hijo me preguntó hace unos días,
Cual es tu receta preferida, tu debilidad, la receta que te llena el alma , como me decis vos mama….
Sin esperar un segundo conteste: El budín
Amo hacer budines, me levanto muchas veces temprano en la mañana y anoto que ingredientes puedo combinar, pongo el traductor y busco budines de otros lugares, si tienen historias, trato de encontrar moldes distintos que se hace difícil comprar https://www.amazon.com/-/es/gp/most-wished-for/kitchen/3736951 pero que con solo mirar te transportan a un mundo maravillosamente ….Mágico.
Me quedé pensando….,
Y hoy los pájaros me despertaron temprano, en la casa de fin de semana, donde solo se escucha el llamado de los teros y los pájaros de la mañana disfrutando su despertar.
Me llevé mi café caliente al parque, y comenzó a resonar en mi interior la pregunta de mi hijo
Por que los budines?
Es fácil hurgar en la cajita de recuerdos , es como buscar Google, pones budines, recuerdos y buscar…
Todo empezó a aparecer desordenadamente, mi abuela, cocinas distintas de las diferentes casas que habité, que fueron muchas.
Y aunque mi familia se ríe cuando cuento algo y hago referencia a la calle de la casa donde viví ese momento, es mi forma de identificar ese recuerdo, de ubicarlo en el tiempo y en el lugar.
Y entonces, ahí apareció, la imagen, la foto, guardada en mi corazón…
…Ya estaba casada y preparando un final con una amiga, en un departamento recién comprado de la Calle Pueyrredón, en Bahía Blanca.
Cuando estudiábamos el mate era nuestro fiel aliado, pero a veces al estudiar desde temprano, no había tiempo de hacer comidas, seguíamos estudiando corrido aprovechando el tiempo, y lo más fácil era comprar galletitas o medialunas .
Mi amiga ese día, trajo un budín comprado , venia contenta, le había costado mucho menos que un paquete de galletitas, pero lo barato no siempre es bueno, cuando lo abrimos se empezó a deshacer en migas, Si!!! Migas, nos reímos mucho las dos al vernos juntar de a puchitos las migas .
Que tu abuela te enseñe y lo hacés casero- dijo mi amiga
Así Que ahí estaba yo, al otro día , yendo a ver a mi abuela a casa con mi Cupecita Fiat 800 con la que empecé a manejar ( Regalo de mi esposo), para que mi abuela me diera la receta de su budín.
Aún tengo el molde que me regaló, está oxidado en algunas partes pero yo lo cubro con papel manteca y queda fabuloso.
Tengo algunas fotos de esas mañanas de recién casada, en la mesa grande de la cocina, tomando mate con mi abuela y copiando recetas, y aprendiendo algunos trucos, y las manos de mi abuela, únicas, perfectas, suaves, creo que por eso las masas la amaban, y se entregaban a su amasado como si fueran a bailar un hermoso vals.
Las manos de mi abuela… las que me peinaban mis trenzas y acariciaban mi cabello desde chica, y siempre, porque para ella nunca crecíamos, siempre era Glorita…
Mi primer budin fue el budín de limón, hecho con los limones del limonero El limonero y con él comenzó el amor…
Pero fue en 2007 en Buenos Aires , cuando descubrí este local, lleno de budines y ahí conocí los de estilo Nórdico, y me enamoré más aún, y me animé a probar y combinar diferentes ingredientes.
Pero mi historia con el budín, es una historia de amor, de charlas y mimos con mi abuela, de manos llenas de ternura y de miradas cómplices que sin hablar se decían mucho más que palabras…