Pudin de Chía y Té Verde
¡Hola, hola! Bueno, hoy traigo otra receta fácil ideal para los desayunos o meriendas y, al dejarla lista previamente, no tendremos que perder ni un segundo para disfrutar de un riquísimo pudin de chía que, ¡todo hay que decirlo, está súper rico!
Como yo por las mañanas, sin una buena dosis de cafeína o teína no soy nadie, he decidido añadirle sabrosura a este pudin preparándolo con té verde. El té que he utilizado es uno que compré en Lidl aprovechando la promoción Deluxe que salió en Navidad, el té en cuestión es de té verde con sabor a champagne y fresas (muy glamuroso todo). ¿No tienes ese té? No pasa ni media, casualmente, mañana vuelve esta promoción a Lidl así que puedes ir a por una de estas latas que, al ser té a granel, te va a durar bastante. Pero, si no quieres, lo sustituimos por un té verde normal y corriente y aquí no ha pasado nada. Que conste que nadie me paga por promocionar, pero si eres fan del té, te recomiendo probarlo porque el sabor es delicioso.
Las semillas de chía, si no las conoces, son uno de esos denominados “super alimentos” porque tiene una gran cantidad de beneficios. Por decirte algunos, la chía es muy rica en fibra, aporta ácidos grasos esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, tiene muchísimo calcio, hierro y proteínas entre otras muchas cosas. Ese gran aporte de fibra y proteína va a conseguir que, aunque parezca poca cantidad, nos mantenga saciados durante bastante tiempo, regulando también que no haya picos de insulina en nuestra sangre que son los responsables de esos ataques de hambre voraz.
Para terminar de redondear el desayuno, puedes acompañar estos vasitos de pudin con un pedacito de Bizcocho vegano bajo en hidratos, Bizcocho de naranja y chocolate blanco o uno de estos Muffins veganos de plátano y coco. Todas estas opciones son riquísimas y te aseguran un desayuno completo para enfrentarnos al día con actitud y energía.
La alimentación, es un pilar fundamental en el cuidado de nuestro cuerpo y, una alimentación equilibrada junto a unas buenas rutinas de ejercicio para activarnos, van a ser los responsables de mantenernos en forma y sanos para disfrutar de la vida. Si quieres ver algunas rutinas de entrenamiento que he empezado a compartir en mi canal de Youtube, sólo tienes que hacer click aquí para verlas y animarte a mover el cuerpo, ya que ¡sólo vas a necesitar una esterilla! Suscríbete a mi canal de Youtube para no perderte ninguna de las rutinas que seguiré compartiendo ni de las vídeo recetas para seguir disfrutando de la cocina en su versión más sana.
Y sin más, vamos a ir directos a esta mega receta exprés. Coge papel y boli y, ¡al lío!
Ingredientes (para 1 vasito de yogur de los de cristal):
2 cucharadas soperas de chía
1 taza de agua
2 gr de té verde sabor champagne y fresas (Lidl) / 1 bolsita de té verde normal
1 yogur de fresa / yogur sin lactosa / yogur de soja para la opción vegana
1 kiwi
Opcional: stevia o edulcorante
Preparación:
Primero, calentamos la taza de agua en el microondas hasta que empiece a hervir un poquito. Cuando la tengamos, ponemos el té en una bolita para hacer el té a granel o, si usamos té en bolsita, introducimos la bolsita y dejamos que se haga unos 5 minutos tapando nuestra taza con una tapa o un platito de postre.
Cuando tengamos la infusión lista, sacamos el té y, en el vasito que vamos a usar como recipiente para nuestro pudin, agregamos las cucharadas de chía y unas cucharadas del té. Con esta cantidad de té, nos va a sobrar, así que, aprovecha para darte un pequeño chute de energía mientras preparas estas delicias.
Agregamos té hasta que cubra un poquito las semillas, pero con cuidado de no echar de más, ya que, si no, nos va a quedar sopa en vez de pudin.
Mezcla todo muy bien con una cucharita de postre para el té llegue a todas las semillas y éstas puedan hidratarse por completo, si ves que necesitas agregar algo más de té, ahora es el momento.
Cuando el té haya templado, tapamos el recipiente y lo dejamos reposar unas 4 horas para asegurarnos que las semillas se hayan hidratado absorbiendo el líquido. Si por la mañana, tienes tiempo, puedes dejarlo reposar toda la noche y, por la mañana terminarlo en un momento añadiendo los ingredientes que nos faltan.
Cuando el pudin de chía ya esté espesito, pelamos un kiwi y cortamos unas rodajas que vamos a colocar en los laterales del vaso para que quede más bonito.
Añadimos el yogur y decoramos la parte de arriba con el resto del kiwi. Para esta receta, yo no he usado edulcorante porque los yogures ya los traen incorporados, pero si eres de paladar golosón, puedes mezclar el yogur con el edulcorante que utilices normalmente antes de agregarlo al pudín.
Así de sencillo es preparar un pudín de chía riquísimo y muy resultón.
Seguiré compartiendo más ideas de este tipo de pudines, ya que las combinaciones que admiten son extraordinarias.
¡Anímate con esta maravilla y cuéntame qué tal te ha quedado!
¡Qué aproveche!
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