En muchas ocasiones os he publicado recetas de queso fresco, en esta ocasión, he optado por añadirle un mix de frutos secos que andaban dando vueltas por la cocina, he utilizado leche fresca y colorante alimentario rojo, para darle ese color rosadito.
Ingredientes:
1 litro de leche fresca pasteurizada
100 g de frutos secos variados
1 limón
1 cucharadita de sal
Colorante alimentario rojo (o del color que prefiráis)
Preparación:
Con solo estos ingredientes, tenéis de sobra, para preparar un queso fresco casero, que será la admiración de vuestros comensales.
Trituramos finamente los frutos secos, convirtiéndolos en harina.
Colocamos en una cazuela el litro de leche, los frutos secos, el colorante, la sal y el zumo de limón.
Calentamos a fuego medio hasta llegar a los 80º, antes de comenzar a hervir.
Dejamos reposar con la olla tapada hasta que se enfríe completamente.
Volcamos el contenido de nuestro recipiente en un colador grande y dejamos escurrir el suero.
Se puede colocar peso encima para acelerar la eliminación del suero de nuestro queso, si no ponemos peso, es cuestión de paciencia el esperar que el queso vaya soltando el suero y cuajándose.
Podemos guardar el suero (el agua sucia que acompaña los grumos de leche), para hacer bizcochos o magdalenas (les da una jugosidad muy especial) o simplemente desechamos el suero por la fregadera.
Cuando el queso está lo suficientemente duro para nuestro gusto, guardar en el frigorífico.
No olvidar ir eliminando el suero que vaya soltando periódicamente.