Antonio, quien lleva el puesto de frutas y verduras en el Mercado Central, me sacó tantas flores comestibles, que no sabía cuál elegir. A cuál más bonita y apetecible. Finalmente, aunque solo necesitaba unas en concreto, me traje 4 paquetes de flores distintas. ¡Ahora hay que utilizarlas, y pronto, se me vayan a echar a perder!
Una en particular, el florégano. ¡A ver ahora qué hago yo con esa flor tan bonita, que parece un capullo de rosa, pero en color verde!
Resulta que es una variedad de la Orquídea, con aroma a orégano fresco, y como el orégano, le va muy bien a las carnes y tomates. También con platos orientales, con cordero. Y lo mejor de todo, en el frigorífico, a una temperatura de unos 27 grados, se puede conservar hasta 7 días.
Pero también al queso, y por eso me decidí a ponerlas con una supertosta de pan hecho en casa, con una rodaja de un queso semicurado de El Pastor del Valle, con sus gotas de Aceite de Oliva Virgen Extra (siempre AOVE) y unas ricas láminas de aguacate, Trops...
¡vamos, de lujo!
¿que queréis ver cómo quedó? La foto no le hace justicia a lo rico que estaba, ¡volaron!