Siempre íbamos a una pequeña panadería a dos calles de mi casa regentada por un encantador matrimonio mayor (al menos, a mí, de pequeña me parecían mayores desde mi perspectiva). Un lugar por el que siempre pasaba camino del colegio. Lo bueno de Menorca es que podía ir sola y a pie a todos lados desde bieeen enana. Una suerte y una locura para muchos. Mi independencia viene de lejos como veis. Pues ahí siempre me paraba a por una trenza de chocolate, de esa con azúcar y los bordes bañados en cacao. Dejaba casi siempre para el final los bordes porque me chiflaba comérmelos como un conejito, poco a poco y con los dientes prietos. Pues en ese mismo sitio al que casi no llegaba al mostrador, íbamos con mi madre a por masa de buñuelos.
Cerró. Cerró cuando aún vivía en Ciutadella. Cerró hace muchísimo tiempo cuando aún no tenía dos dedos de frente casi. Cerró, pero estos días Juan, mi instaamigo Juan García (que por cierto ha abierto un blog muy interesante por el que tenéis que pasaros), me ha hecho revolver estos recuerdos y lanzarme a versionar su receta de buñuelos de Todos los Santos tan típicos en Menorca con boniato. Me dice que es de lo mejorcito. Ya os contaré al final del post cuando la tenga lista. ¿Venís a comer unos cuantos conmigo?
Receta de buñuelos de Todos los Santos
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Sal & Dulzura: Marga Camps
Ingredientes
3 huevos
½ boniato (unos 250gr)
125gr de azúcar
500gr de harina de repostería
25gr de levadura prensada
100gr de manteca de cerdo
60gr del agua de cocción del boniato tibia
Instrucciones
Coge un bol y pon el azúcar con el boniato aún caliente. Cháfalo con un tenedor hasta que se funda bien y no queden grumos.
Mientras, en un vaso, diluye la levadura prensada en el agua de cocción tibia.
A continuación, añade los huevos batidos previamente y mézclalo todo junto.
Ahora vierte la harina e intégralo perfectamente hasta lograr una masa homogénea.
Después, agrega la levadura y la manteca de cerdo. Amasa con las manos hasta que se integre sin problemas. Sin embargo, no lo hagas en exceso.
Déjalo reposar, al menos una hora, hasta que doble su volumen.
Vierte aceite en una sartén y asegúrate que está caliente antes de freírlos o no levarán lo suficiente.
Ponte un pelín de aceite en las manos para evitar que se te pegue la masa. Ahora coge un poco de masa, haz una bolita y forma una rosquilla y así hasta terminar la masa o hacer unos cuantos.
Espolvorea azúcar normal o glass y un poco de miel y ¡a comer!
3.5.3226