Esta receta de crepes saladas es de aquellas que me apasionan. Saludables a más no poder y con un solo ingrediente! Podría terminar la entrada en dos lineas. Pero voy a explicar bien por qué son tan especiales estas crepes, inspiradas en las típicas “Galettes Bretonnes” francesas.
El ingrediente estrella es el trigo sarraceno (o alforfón). Seguramente no lo conozcas pero es un cereal increíble. Bueno, popularmente se la llama cereal ya que tiene propiedades nutricionales muy parecidas pero no lo es exactamente. Es cultivado y consumido principalmente en China. Aunque también se usa para preparar gachas (farinetes) en Cataluña, tortús en Occitania, Galettes en la bretaña o fideos (soba) en Japón.
Es una proteína completa, es decir, contiene todos los aminoácidos esenciales. Y además no contiene gluten, por lo tanto es apto para celíacos. También es alto en fibra y aporta potasio, magnesio y fósforo.
El relleno de la crepe puede ser cualquier verdura y sustituto de la carne (tofu, tempeh, seitan…). Yo lo preparé con espinacas, pero dejaré alguna otra idea.
Ingredientes:
Masa de la crepe
1 taza de trigo sarraceno (remojado)
1 taza de agua
Relleno
Espinacas
Pasas
Nueces
Tomates secos
Queso vegano (2 cucharadas de Tahini, 1 cucharada de levadura nutricional y 4 o 6 cucharadas de agua) Preparación:
Hay que dejar el trigo sarraceno en remojo durante unas 3h. Veremos como se hincha y el agua pasa a tener una consistencia pegajosa.
Pasado este tiempo colamos el trigo sarraceno y lo introducimos en un batidora. Añadimos un vaso de agua por cada vaso de trigo sarraceno remojado. Batimos y ya tenemos la masa de las crepes, así de fácil!
Para el relleno le pongo espinacas pasadas un minuto por la sartén, con pasas, nueces y tomate seco. También queso vegano que se preparar muy rápidamente y sirve también para pizzas o burritos. En un recipiente mezclamos 2 cucharadas de Tahini, 1 cucharada de levadura nutricional y entre 4 y 6 cucharadas de agua. Variamos la cantidad de agua dependiendo de si lo queremos más o menos líquido.
Otro relleno que queda muy bueno, recomendado por mi amiga Laia, es cortar a juliana cebolla, zanahoria, calabacín y espinacas y cocinarlo a fuego lento.
La crepe la preparo al estilo “Galette Bretonne”. Se doblan los bordes de la crepe para que quede un cuadrado. En el video se puede ver mejor a qué me refiero.
A fuego medio-bajo, se pone en un sartén aproximadamente un cucharón de la masa y se esparce homogéneamente. Cuando ya esté hecha de un lado, se le da la vuelta. Es el momento de añadir el relleno. Si te animas a preparar el queso vegano verás como al estar en contacto con la crepe caliente cambia un poco de color y se espesa. Esperamos a que la masa esté un poco crujiente y cerramos los bordes de la crepe.
Listo para disfrutar!
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