No obstante, la guarnición con la que decidamos acompañar este suculento plato es opcional, ya que el verdadero secreto de este plato está en su marinado y posterior empanado. Si quieres descubrir todos los trucos necesarios para hacer unas lagrimitas de pollo deliciosas, su receta la encontrarás en las próximas líneas. ¡No te la pierdas!
¿Cómo hacer unas lagrimitas de pollo bien crujientes?
Como decíamos en líneas anteriores, la receta de las lagrimitas de pollo es una preparación bastante recurrente en nuestro hogar, ya que este plato es especialmente popular entre los más pequeños de la casa ya sea como picoteo de cumpleaños y otras reuniones familiares o en la hora de las cenas. Y es que, ¿a qué peque no le gusta el pollo empanado? Pues si además, cortamos el pollo en forma de lágrimas (tiras finas) y lo acompañamos de alguna rica salsa casera, hará las delicias de nuestros niños que se comerán hasta el último bocado.Ya te adelantamos que, nosotros cada vez que las preparamos en casa y las dejamos sobre la mesa, tenemos que vigilarlas de cerca porque parece que vuelan. ¡Te podemos asegurar que en un abrir y cerrar de ojos ya han desaparecido del plato!
En cuanto a la guarnición con la que acompañar este aperitivo, podemos escoger multitud de opciones como hacer un rico guacamole casero, algún tipo de ensalada especial, un puré de patata, una salsa barbacoa o salsa de miel y mostaza o unas patatas fritas bien crujientes. Todos estos acompañamientos encajan a la perfección con las lágrimas de pollo, así que si dudas entre varios de ellos, puedes servirlo con varias opciones y que la gente decida con qué tomarlas.
Como imaginamos que ya estarás babeando al pensar en el sabor tan rico que experimentarás al introducir en tu boca una lagrimita de pollo, a continuación te detallamos paso a paso su receta. ¡Manos a la obra!
Ingredientes para hacer lagrimitas de pollo
Para preparar esta deliciosa receta de lágrimas de pollo, necesitarás contar con los siguientes ingredientes en tu despensa:500 gr de pechugas de pollo.
Zumo de 1 limón.
100 ml de vino blanco.
2 dientes de ajo.
1 cucharadita pequeña de pimentón dulce.
1 cucharada sopera de perejil picado (preferiblemente de perejil fresco).
1 cucharadita de tomillo.
1 huevo.
Pan rallado.
Sal.
¿Ya los tienes todos? Pues sácalos y organízalos sobre la encimera de tu cocina porque comenzamos ya.
Lagrimitas de pollo: receta
Tal y como adelantábamos al inicio de este post los dos trucos en los que se fundamenta esta receta están en el marinado de la pechuga y en su posterior fritura para que las lagrimitas queden súper crujientes. Sigue los pasos que te detallamos a continuación y no encontrarás complicación alguna en la elaboración de esta receta de lagrimitas de pollo:En primer lugar, cortamos la pechuga en tiras de aproximadamente 1 cm de ancho y de largo similar al de un dedo. Las reservamos.
A continuación procedemos con la preparación del marinado. Para ello, mezclaremos en un bol el zumo de 1 limón y los 100 ml de vino blanco con el pimentón dulce, el tomillo, el perejil, el ajito previamente machacado y la sal. Mezclamos bien todos los ingredientes.
Introducimos las tiras de pollo en el marinado, asegurándonos de que las tiras quedan completamente cubiertas. En caso de que no sea así, podremos echar un chorrito más de vino blanco hasta cubrir por completo. Posteriormente tapamos el recipiente con un papel film y dejamos reposar durante, al menos, unas dos horas dentro del frigorífico. El objetivo es que la carne del pollo se impregne bien del sabor del marinado.
Transcurridas las 2 horas de marinado, sacamos nuestras lagrimitas escurriéndolas bien y las empanamos; pasándolas primero por el huevo batido y, posteriormente, por el pan rallado.
Por último, freiremos las lagrimas de pollo en una sartén con aceite bien caliente. Cuando el empanado adquiera un color doradito las retiramos de la sartén y las ponemos en un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite. De esta manera, nos aseguraremos que nuestras lagrimitas de pollo quedan crujientes.
¡Ten cuidado de no quemarte al querer probar estas suculentas lagrimitas! Aunque sabemos que es difícil resistirse a ellas, te recomendamos esperar unos minutos a que las lagrimitas de pollo se enfríen para poder degustarlas sin quemarte. No dudes acompañarlas de algún tipo de guarnición como las que te recomendábamos al inicio del artículo para saborarlas por completo.
¡Bon appétit!