Oh amigos de los domingos y de las tardes de café con pasteles. Vosotros, amantes de las delicatessen más vintage y diferente ahora que la repostería americana se ha hecho un importante hueco en los medios y ha empujado a que os imaginéis a vosotros mismos colocando un pie de manzana en el alféizar de la ventana ataviados con un delantal de volantillos, y posando con una pierna levantada cual abanderadas pin-up del dulce. Pero apostamos a que también sabéis disfrutar de los clásicos que se esconden tras las vitrinas de vuestras confiterías de barrio y que aparentemente tienen tanto glamour como una medalla magnética de San Pancracio en el salpicadero de un deportivo: ninguno.Hoy os traemos una de esas recetas que siempre habéis querido saber cómo se hacen y una vez las probéis, os preguntaréis cómo no la habéis hecho antes. Y como no hay que airearla en ninguna ventana, estará libre de los excrementos de algún golondrino de entrañas distendidas. Nos gusta lo diferente, pero esto último no es lo que entendemos por gastronomía fusión.
Dos crujientes láminas de hojaldre recién horneado, intercaladas por un suave bizcocho genovés emborrachado en anís y todo bañado entre obscenas cantidades de crema pastelera de vainilla. Yo no sé vosotros, pero para nosotros esto parece un buen plan.
INGREDIENTES (para unas 9 milhojas)
Láminas de hojaldre (500gr. aprox.)
Crema Pastelera de la bollería de toda la vida
Una plancha de bizcocho Genovés perfecto que sirve para todo y se hace en 10 minutos
Azúcar glass
200gr. de chocolate de cobertura para fundir
Un chorrito de anís dulce
Crocanti, avellanas o cacahuetes caramelizados
PREPARACIÓN
En primer lugar lo primero que debéis plantearos es si preferís crear una super-milhoja gigante y cortarla en porciones, o si por el contrario sois más de elaborar raciones pequeñas y controladas. Nosotros nos decantamos por esta última. Nos proporcionó mayor margen de error y pudimos solventar un par de problemas en la receta sin acabar con una plancha de hojaldre entera en la basura y grandes dosis de cabreo y frustración. Porque así es como se crean los asesinos en serie. Como en las orgías, trabajar a lo grande resulta indudablemente más fácil y rápido... si no es tu primera vez. De lo contrario la experiencia puede ser horrible y os traumatizará de por vida. Cualquiera que sea el método que empleéis, empezaremos precalentando el horno a 180ºC.
Para elaborar nuestras milhojas no sólo vamos a necesitar las láminas de hojaldre, también sera necesaria crema pastelera de vainilla y una plancha de bizcocho genovés. Pero como en UhmmmCookies! somos más prácticos que un machete en un holocausto zombie, os hemos preparado las recetas del «Bizcocho genovés perfecto, que sirve para todo y se hace en 10 minutos», y de la «Crema pastelera de la bollería de toda la vida».
Son preparaciones muy básicas y rápidas que pueden cocinarse simultáneamente en apenas diez minutos. Creednos, un cocido madrileño es física experimental comparado con esto. Mientras hervís el agua para la crema, dejáis la batidora dándole al bizcocho y en un ratito ambas estarán listas. Hay que dejar enfriar tanto el bizcocho como la crema, y si ésta última la hacéis un poco más espesa de lo habitual -dejando que se consuma un poco el agua al hervirla-, mejor.
Vertemos el chocolate con amor, y lo extendemos con la ayuda de una paleta. Cuanto menos perfecto, más rústico quedará.