Aunque cada vez con menor frecuencia, vengo comiendo este dulce típico de Ayerbe (Huesca) desde mi más tierna infancia, ya que mi padre es natural de la comarca. En esencia se trata de una coca de pan con aceite y azúcar, y hasta donde hemos podido averiguar, el nombre no esconde "doble sentido", hace referencia a la delgadez de la masa y al plegado sobre sí misma (folla=hoja).
La receta debe transmitirse por tradición oral y bajo algún juramento secreto, porque ni San Google ha podido dar con ella. La única referencia, un vídeo de youtuve, proporciona una masa que, dicho sin rodeos, no funciona.
Así que la mejor alternativa ha sido cerrar los ojos e intentar recrear la torta a partir de los recuerdos que aún guarda la memoria.
Por tanto este "refollau" no es el original, si no mi versión personal y como más nos gusta en casa, dorado, crujiente y con la corteza un poco caramelizada. La cata ha superado la prueba con nota.
Ingredientes
Para la masa
250 g de harina
150 g de agua
10 g de aceite de oliva
10 g de azúcar
1 pizca de sal
5 g de levadura fresca
Para el relleno y la cobertura
aceite de oliva
azúcar
Preparación
Colocar todos los ingredientes de la masa en un bol y amasar hasta obtener una masa fina y elástica. Dejar reposar, tapada con un paño húmedo o con film plástico, una hora aproximadamente. Durante este tiempo doblará su volumen.
Dividir la masa en cuatro porciones más o menos iguales y mantenerlas protegidas con film plástico. Untar con un poco de aceite la superficie de trabajo y estirar la primera porción de masa con la ayuda de un rodillo. La masa tiene que quedar muy fina.
Rociar generosamente con aceite de oliva y extenderlo por toda la superficie. Espolvorear a continuación con azúcar, al gusto pero sin racanear.
Para el plegado coger una punta y doblarla hacia el centro de manera que tenga una forma triangular. Ir repitiendo la operación hasta tener toda la masa plegada.
Cubrir las piezas formadas con papel film y dejarlas reposar unos treinta minutos.
Precalentar el horno a 220º.
Añadir un poco más de aceite en el centro y espolvorear con un poco de azúcar. Cocer en el horno unos veinte minutos aproximadamente, vigilando hacia el final para que queden doradas y crujientes pero que no se quemen.
Sacarlas del horno y dejarlas enfriar sobre una rejilla. Y ya están listas para comer, solas, con café, con chocolate, con ... vosotr@s mism@s.
Con esta receta participamos en el reto de La cocina typical spanish la propuesta de este mes #diadeldulceTS.