Merece la pena hacerlo solo por el olor que hay mientras se hornea.
La receta es de Silvia TeBa de "Amigos del pan casero".
INGREDIENTES:
Harina de trigo: 500 gramos.
Sal: 10 gramos.
Agua: 280 mililitros.
Levadura fresca de panadero: 10 gramos (si utilizamos levadura seca, serán 3,3 gramos).
Mantequilla a temperatura ambiente: 30 gramos.
Leche en polvo: 10 gramos.
ELABORACIÓN:
En un bol mezclamos la harina con el agua y dejamos que repose tapada durante 30 minutos.
Si utilizamos levadura fresca, reservamos 10 mililitros del agua para deshacerla.
Añadimos el resto de los ingredientes y amasamos con reposos; esto es, amasado de unos 5 minutos y reposo de 10 minutos. Este proceso debemos repetirlo hasta que la masa esté lisa, sin grumos.
Pasamos la masa a un bol con aceite y la plegamos sobre sí misma; imaginándonos que es un cuadrado estiramos y doblamos hacia el centro cada lado. Cubrimos el bol con papel film y dejamos que repose durante 30 minutos.
Este proceso lo repetimos dos veces más. Después del tercer plegado dejamos que fermente, a temperatura ambiente o en nevera.
Este sería el proceso:
Plegado - Reposo de 30 minutos - Plegado - Reposo de 30 minutos – Plegado – Fermentación.
Una vez que la masa ha doblado su volumen la volcamos sobre la superficie de trabajo enharinada y la desgasificamos. La preformamos y dejamos que repose, tapada, durante 30 minutos.
Le damos forma y encendemos el horno a 230ºC con una bandeja metálica en el suelo del horno.
Cuando el pan esté listo para ser horneado, lo metemos en el horno; volcamos medio vaso de agua y bajamos la temperatura a 220ºC, dejándolo así 10 minutos.
Pasados estos 10 minutos bajamos la temperatura a 200ºC retiramos la bandeja con agua y horneamos durante 35 minutos.
Lo sacamos del horno y dejamos que enfríe sobre una rejilla.