Me encanta el pan con nueces. Bueno, me encantan las nueces. Y, por eso, no tengo nunca en casa; porque no puedo dejar de comerlas hasta que se acaban.Así que el otro día compré un puñado con el firme propósito de utilizarlas para un pan.
Y conseguí no devorarlas antes de prepararlo. Para hacerlo seguí la receta del pan de espelta con trufa negra.
INGREDIENTES:
Harina blanca de espelta: 500 gramos.
Harina de trigo: 200 gramos.
Agua: 400 mililitros.
Sal: 10 gramos.
Aceite de oliva virgen extra: 50 mililitros.
Levadura fresca: 14 gramos.
Nueces: 200 gramos.
ELABORACIÓN:
En un bol mezclamos el agua y la harina y dejamos que repose tapado durante media hora. Reservamos un poco de agua para disolver la levadura.
Templamos el agua que hemos guardado y echamos la levadura, revolviendo bien. La añadimos a la masa.
Añadimos el resto de los ingredientes (excepto las nueces) y amasamos con reposos; esto es, amasado de unos 5 minutos y reposo de 10 minutos. Este proceso debemos repetirlo hasta que la masa esté lisa, sin grumos.
Al final del amasado añadimos las nueces troceadas y seguimos amasando hasta que estén bien integradas en la masa.
Pasamos la masa a un bol con aceite y la plegamos sobre sí misma; imaginándonos que es un cuadrado estiramos y doblamos hacia el centro cada lado. Cubrimos el bol con papel film y dejamos que repose durante 30 minutos.
Este proceso lo repetimos dos veces más. Después del tercer plegado dejamos que fermente, a temperatura ambiente o en nevera.
Este sería el proceso:
Plegado - Reposo de 30 minutos - Plegado - Reposo de 30 minutos – Plegado – Fermentación.
Si hacemos la fermentación en nevera la dejaremos un rato a temperatura ambiente hasta que arranque la fermentación.
Cuando la masa haya subido la volcamos sobre la superficie de trabajo, la desgasificamos y la preformamos.
Dejamos que la masa repose media hora y le damos forma.
Encendemos el horno a 250ºC con una bandeja metálica en el suelo del horno.
Cuando el pan esté listo para ser horneándolo metemos en el horno; volcamos medio vaso de agua y apagamos el horno durante 10 minutos.
Pasados el tiempo encendemos el horno, retiramos la bandeja con agua y horneamos 10 minutos a 220ºC con calor solo abajo.
Después necesitará otros 20 minutos con calor arriba y abajo a la misma temperatura.
Antes de sacarlo del horno comprobamos que está bien cocido dándole unos golpes en la base del pan y comprobando que suena a hueco.
Lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar sobre una rejilla.