Al final se crea una salsa ligera, refrescante, muy aromática, y que combinará bien con cualquier pescado blanco.
Ingredientes
4 filetes de rodaballo
1 naranja
1 limón
1 lima
1 cebolleta tierna pequeña
1 c/c de jengibre fresco rallado
2 c/s de azúcar moreno
sal
AOVE
Para 2 personas
Preparación
Lavar y pelar los cítricos: naranja, lima y limón. La piel tiene que quedar fina, evitando la parte blanca.
Colocar un cazo con agua al fuego y llevarla a ebullición. Escaldar las pieles no más de treinta segundos y enfriar rápidamente bajo el grifo con agua fría. De esta manera se elimina el amargor que les pueda quedar y mejorará el sabor de la salsa.
Cortar la cebolleta fresca y rallar el jengibre. Exprimir el zumo de la naranja, lima y limón. Cortar en finas tiras las pieles de los cítricos.
Colocar una cazuela o sartén al fuego con dos o tres cucharadas de aceite. Echar la cebolleta y el jengibre, sazonar y pochar.
Cuando la cebolleta esté blanda, colocar los filetes de rodaballo, previamente sazonados, y verter por encima unas tres cuartas partes del zumo de cítricos. Dejar cocer a fuego medio.
Mientras va haciendo chup-chup, caramelizar las pieles de los cítricos. Colocarlas en un cazo al fuego junto con el azúcar moreno, mezclar y dejar que el azúcar caramelice un poco. Añadir el resto del zumo reservado y dejar reducir.
Verter en la cazuela sobre el rodaballo y dejar cocer unos minutos más para que se integren los sabores.
Retirar los filetes de pescado y dejar reducir la salsa.
Para emplatar diponer un par de filetes de rodaballo y cubrir con un buen cucharón de salsa. Podéis decorarlo con alguna rodaja de naranja o limón.
Y recordad que se come todo, especialmente las tiras de la piel de los cítricos!