Como buena madrileña que soy, no podían faltar entre mis recetas favoritas.
Se suelen hacer fritas en aceite, pero esta versión al horno os aseguro que quedan deliciosas y además así ensuciamos menos la cocina, quedando un resultado algo más saludable.
Ingredientes
375 gr de harina de trigo
1 huevo
150 ml de zumo de naranja + ralladura cáscara
75 gr de azúcar
60 ml de aceite oliva
8 gr de levadura
Pizca de sal
Elaboración
1. Exprimimos la naranja y reservamos su zumo.
2. En un bol grande, batimos el huevo con el azúcar hasta que blanquee (mejor con ayuda de varillas eléctricas)
3. Añadimos el aceite, el zumo de naranja y la ralladura. Mezclamos.
4. Incorporamos la levadura y la harina tamizada poco a poco, sin dejar de mezclar con ayuda de una varilla manual.
5. Cuando la masa se vuelva más difícil de mezclar, seguiremos amasando con las manos. Resultará muy pegajosa, es normal.
6. Tras unos minutos de amasado, dejaremos reposar en el bol tapado con un trapo durante 20 minutos.
7. Pasado el tiempo de reposo, precalentamos horno a 180º
8. Hacemos bolitas de unos 30 gr cada una y formamos el agujero del centro de las rosquillas con la ayuda del dedo.
9. Colocamos en bandeja del horno, lo suficiente separadas unas de otras.
10. Horneamos a 180º durante 15 minutos (es importante que no se tuesten demasiado, aunque parezca que están muy blanquitas, es el tiempo perfecto para que no se nos queden duras)
11. Una vez fuera del horno, dejamos templar, barnizamos con brocha cada una con un poquito de agua tibia y rebozamos en azúcar y canela.