Bon appétit amig@s,
No os voy a engañar si os digo que me pierden los dulces jaja. Siempre tengo que tener algo dulce guardado en mi caja de galletas. Sobre todo galletas de distintos sabores que suelo preparar con aceite de girasol o de oliva ya que se guardan mejor y son más sanas. Como lo son las rosquillas de esta receta, todo sabor a naranja donde el aceite de oliva suave prima y, por supuesto, horneadas y no fritas.
Una receta muy sencilla que se hace en un pis pas.
Más o menos grandes a gusto de cada uno, son ideales para “mojar” en un buen vaso de leche ó de café.
Ingredientes para unas 12-14 rosquillas grandes:
300-320 gramos de harina
2 huevos
125 gramos de azúcar
75 ml de aceite de oliva suave
Zumo y ralladura de una naranja grande
Una cucharada de canela
8 gramos de levadura en polvo
Una cucharadita de sal
En un bol ponemos los 2 huevos junto al azúcar y batimos (a mano). Añadimos el aceite, la canela, la ralladura y el zumo de la naranja y seguimos batiendo. Ahora toca el turno de los ingredientes secos: la harina, un poco de sal y la levadura.
Truco: Siempre recomiendo tamizar previamente la harina así no nos encontraremos grumos en la masa.
Echaremos la harina poco a poco mezclando con una cuchara de madera. La cantidad exacta de harina es muy difícil decir ya que dependerá mucho de la cantidad de zumo de la naranja así como de la harina común que utilizeis. Pero aproximadamente necesitamos de 300 a 320 gramos de harina.
Tiene que resultar una masa bastante pegajosa a los dedos. No incorporéis más harina por ver que esta muy pegajosa, os saldrían muy duras y secas.
Una vez preparada la masa la dejamos reposar unos 10 minutos, el tiempo que se asiente y haga efecto la levadura.
Pasado este tiempo empezamos a formar las rosquillas.
Truco: nos mojamos las manos con un poco de aceite para evitar que la masa se nos pegue a los dedos.
Tomamos una porción de masa (más o menos grande según como las queremos de tamaño) y formamos una bolita. Con el dedo hacemos un agujero central y las depositamos sobre una placa de horno. Las espolvoreamos con un poco de azúcar.
Se harán al horno precalentado a 180 grados durante unos 18-20 minutos.
Las dejamos enfriar sobre una rejilla y listas para comer.
¡¡Un verdadero placer !!
Bon appétit mama