Ya sabéis que a mí me gusta experimentar y buscar nuevos sabores aunque mantenga también los de siempre. Y el salmorejo es uno de esos platos base de mi cocina que me lo permite. Ya compartí con vosotros el salmorejo cordobés, el salmorejo de higos y el salmorejo de cerezas. Hoy vamos a hacerlo con fresas.
¿Me acompañas a la cocina? Los ingredientes que vamos a necesitar son:
600 g de tomates
400 g de fresas
150 g de pan
100 g de aceite de oliva virgen extra
1 diente de ajo
10 g de sal
1 chorreoncito de vinagre de Módena
Los tomates tienen que estar maduros.
El pan que vamos a utilizar es del día anterior por eso se considera este plato como receta de aprovechamiento.
Hay personas que no utilizan sal gorda en su cocina, en casa de mi abuela, mis tías y mi madre, siempre se ha cocinado con este tipo de sal y la sal fina se utiliza para las ensaladas y otros platos. Por lo que el salmorejo lo vamos a hacer utilizando sal gorda como se hace en mi familia.
En cuanto al vinagre, lo que va a hacer es potenciar el sabor y la cantidad a añadir depende del paladar de cada uno.
Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es preparar los ingredientes, para ello, lavamos y secamos bien tanto los tomates como las fresas.
Partimos los tomates en cuartos y los introducimos en el vaso de una batidora o procesador de alimentos. Quitamos las hojas de las fresas, partimos por la mitad las más grandes y las agregamos al vaso. Cerramos la batidora y batimos.
A continuación, vamos a colar la crema para quitar restos de piel de los tomates y pepitas de las fresas. De esta manera conseguiremos que nuestro salmorejo tenga una textura más suave y fina.
Pelamos el ajo, le quitamos el centro para que no se repita y reservamos. Troceamos el pan y también lo reservamos.
Lavamos y secamos bien el vaso de la batidora y vertemos la crema de tomate y fresas, añadimos el ajo, el aceite y la sal y batimos nuevamente.
Introducimos el pan y lo dejamos reposar unos minutos para que el pan se ablande y sea más fácil triturarlo. Batimos.
Para terminar, echamos un chorreoncito de vinagre y volvemos a batir.
Es importante probarlo y rectificar añadiendo lo que veamos necesario, en mi caso, suelo añadir solo vinagre si lo necesita, pero nada más.
Vertemos la crema en un bol, jarra o botella y lo llevamos a la nevera durante un par de horas para que los sabores se asienten y esté bien fresquito a la hora de servirlo.
Presentación:
Lo podemos servir en un plato hondo, cuenco o cazuelita, como lo hacen en Córdoba. Rociamos con un chorreoncito de aove, espolvoreamos unas pipas de calabaza y colocamos unas fresas para coronar el plato.
Si no queremos que sea vegana esta receta, podemos decorarlo de la forma clásica, con taquitos de jamón y huevo duro.
También podemos decorar con unos tomatitos cherry de pera cortados en cuartos y unas hojitas de menta, de esta manera los que estén sentados a la mesa creerán que se trata de salmorejo cordobés y no esperarán que sea de fresa.
Lo que sí es imprescindible es acompañarlo de un buen pan además de una cervecita bien fría o de una copa de vino y si puede tener toques a fresa mucho mejor.
¿Qué te parece esta receta? ¿Has probado el salmorejo de fresas? ¿Cómo lo sueles hacer?
Esta receta aportará a nuestro organismo las propiedades y beneficios tanto de las verduras como de las frutas de color rojo que nos ayudan a estimular el sistema inmunológico, mejorar la circulación de la sangre y la absorción de hierro, retrasar el envejecimiento, proteger nuestra piel del sol, mejorar el estado de ánimo y a protegernos contra enfermedades cardiovasculares, de carácter neurológico y el cáncer (próstata, estómago, mama, pulmón y cuello de útero). Además, son potentes antioxidantes con efecto antiinflamatorio.
Bon appétit!