Hoy os cuento como hago el salmorejo básico, sobre el hago algunos cambios, que os iré contando en otro momento. Mi madre no era de salmorejo, hacia mucho gazpacho, durante todo el verano y por eso descubrí el salmorejo ya de mayorcito, pero me encanta y tiene muchas posibilidades de combinación.
Solo pongo un pero, cada vez es más difícil encontrar buenos tomates. Espero que mis tomateras este año me den una buena cosecha, pero como en la sierra de Madrid todo va retrasado por el clima, no creo que recoja antes de finales de agosto, mientras tendré que conformarme con los tomates insípidos que se encuentran en la mayoría de tiendas. Ya no existen las temporadas, ahora hay casi de todo en cualquier momento, ¿pero a que precio?, muy barato en lo económico, pero se han perdido sabores y sobre todo olores.
INGREDIENTES
1.5 Kg de tomates rojos
1 diente de ajo
200gr. de pan, al menos del día anterior.
150cc de AOVE
Sal
Taquitos de jamón.
1 huevo duro
ELABORACIÓN.
No puede ser más simple, yo lo suelo preparar en la termomix, pero con cualquier batidora de baso o manual nos quedar igual de bien.
Lavamos los tomates y les quitamos la zona dura central. Para hacerlo en la termomix no es necesario pelarlos, pero, sobre todo con batidoras manuales si te lo recomiendo porque si no pueden quedar restos de la piel.
Ponemos los tomates troceados en el baso, el diente de ajo pelado y sal al gusto. En la termomix yo le doy 5-7-9 y lo dejo como un minutillo a tope, compruebo que esta todo bien batido e integrado, si necesita un poco más le damos. Añadimos el pan y volvemos a batir.
Cuando todo este bien integrado añadimos poco a poco el aceite. El aceite siempre es importante, pero en un salmorejo, junto a la calidad de los tomates es básico. Lo vamos ligando poco a poco, en termomix yo pongo velocidad 2-3 y lo voy echando en la tapa con el baso puesto para que caiga poco a poco.
Lo enfriamos y justo antes de servir le añadimos unos taquitos de buen jamón y huevo duro picado y ¡¡¡A disfrutar!!!.
"Vosotros sois la sal de la tierra". San Mateo 5, 13