Una de las primeras recetas que publiqué en el blog fue el pesto de albahaca, hoy lo he querido volver a actualizar, porque lo preparo con mucha frecuencia y siento que cada vez me sale mejor. Recuerdo que mis primeros pestos no tenían el bonito color verde brillante característico de esta salsa, me quedaban oscuros u oxidados, sospecho que no secaba bien las hojas de albahaca y que tal vez trituraba la salsa por demasiado tiempo. El pesto de hoy lo hice rápidamente en la batidora de vaso y me aseguré de secar muy bien las hojas antes de triturarlas, esta vez no sólo quedó muy rico, sino que tiene muy buena pinta.
Cada vez que tenía antojo de un buen pesto casero salía a comprar una maceta de albahaca en algún supermercado; aunque me gusta sembrar mis propias hierbas aromáticas, la albahaca se me resistía, siempre le caía alguna plaga y no llegaba a aprovechar sus deliciosas hojas en alguna receta. Este año he estado muy pendiente de mi planta y, pese a que sufrió los ataques de la mosca blanca, ha conseguido sobrevivir y por fin he podido preparar un pesto con una albahaca sembrada por mí, qué ilusión!!!
Generalmente preparo el pesto de albahaca para comerlo con algún tipo de pasta; pero como siempre hago demás, congelo pequeñas cantidades de salsa que uso para aderezar ensaladas, verduras asadas y carnes a la plancha, también lo esparzo sobre una tostada de pan y qué bueno está ummm...
La salsa pesto es tan rica y fácil de hacer que bien merece la pena prepararla en casa y olvidarnos de comprar la que venden envasada, sinceramente no hay comparación. ¡Manos a la obra! Me pueden encontrar en Facebook --> https://www.facebook.com/LosantojosdeClara
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Ingredientes para 6 personas:
50 gramos de hojas de albahaca fresca (lavadas y secadas)
2 dientes de ajo pelados
60 gramos de piñones
150 ml de aceite de oliva virgen
1/4 de cucharadita de sal
70 gramos de queso parmesano recién rallado
Preparación:
Echamos en el vaso de la batidora las hojas de albahaca, los ajos y los piñones, adicionamos 100 ml o 2/3 de aceite de oliva y trituramos brevemente hasta que obtener una pasta untuosa. Enseguida, añadimos la sal, el resto del aceite de oliva y el queso parmesano rallado, removemos con una cuchara. Volvemos a batir o triturar ligeramente el pesto para integrar mejor el parmesano, a mí no me gusta que el queso quede muy deshecho en la salsa; pero esto es a gusto del consumidor, recuerden que no hay que batir o triturar en exceso.
Ya tenemos listo nuestro delicioso pesto de albahaca! Servimos y esparcimos un poco de salsa sobre un plato caliente de pasta. A disfrutar!!
Para evitar que el pesto se nos oxide rápidamente, conviene cubrirlo con una cucharada de aceite de oliva y reservarlo en un envase con tapa hasta el momento de llevarlo a la mesa.
Mi albahaca superviviente
Hasta pronto!!!