Hace tiempo que estoy haciendo pruebas nucleares para preparar este postre, quería conseguir el mismo sabor que tienen los sorbetes de limón que se hacen con helado y cava, pero me apetecía mucho que tuviera una textura adecuada para poder tomarlo con cuchara. El sabor está muy conseguido y es un postre que puedes tener preparado con un par de días de antelación. Sorprende a tu pareja con esta original copa que se toma con cuchara y además apenas tiene calorías.
INGREDIENTES:
- 1 lata de queso blanco de untar. (250-270 gr. aprox.)
- 2 sobres de gelatina de limón
- 3 limones grandes
- 2 vasos de cava (aprox. 1/2 litro)
ELABORACION
Para preparar la crema de limón, primero exprimimos los limones y colamos el zumo para que no queden restos de fruta.
Mezclamos un sobre de gelatina de limón con el zumo de los tres limones grandes.
En un cazo, calentamos el queso de untar (yo he utilizado un paquete entero de Philladelphia Light, de 270 gr.) hasta que el queso se transforme en una cremita. Añadimos la gelatina mezclada con el zumo de limón y removemos en el fuego hasta que esté todo bien integrado, de manera uniforme y sin grumos.
Rellenamos las copas en las que vamos a presentarlo a la mesa (dejando espacio para la cobertura de gelatina que haremos después) y enfriamos en la nevera durante al menos 3 horas para que coja consistencia la preparación.
Cuando nos hayamos asegurado de que ya está cuajada la crema de limón, es cuando podemos empezar a preparar la gelatina de cava.
En otro cazo calentamos un vaso grande de cava (yo he utilizado un cava tipo BRUT que sobró de Navidad, de los más baratos).
Mientras se calienta mezcla el otro sobre de gelatina de limón con un par de deditos de cava.
Ten cuidado porque la espuma subirá mucho, es preferible ir mezclándolo poco a poco hasta completar un segundo vaso de cava, a que se salga del recipiente y se derrame por todas partes (la gelatina se limpia muy mal en según qué superficies). Cuando lo tengas mezclado, añádelo al cava que tenías en el fuego y remueve con suavidad. La espuma se irá disolviendo a medida que la preparación comience a hervir.
Cuando esté hirviendo, retira el cazo del fuego y espera unos 10 minutos a que se enfríe un poco para que no derrita la crema al echarlo en las copas.
Una vez que la gelatina esté atemperada viértela con cuidado sobre la crema de limón fría, hasta el borde de las copas. Puedes ayudarte del revés de una cuchara para que no queden marcas sobre la crema y se reparta uniformemente.
Enfría en la nevera durante un par de horas y ya tienes listo tu postre con sabor a sorbete de limón.
Un postre muy facilito, con un sabor sorprendente y light. Yo me he enamorado....
¡FELIZ SAN VALENTIN!