Me he decantado por el tipo denominado Bouchon en lugar del clásico rosco. Aquí tenéis los ingredientes:
150 g de harina
10 g de azúcar (una cucharada rasa)
3 g de sal (media cucharadita)
1 sobre de levadura de panadería seca
2 huevos
30 g de mantequilla fundida
En un bol mezclamos los ingredientes secos y añadimos los huevos uno a uno removiendo con una cuchara de madera, aunque si tenéis una amasadora os recomiendo que lo hagáis en ella porque os facilitará mucho que la mezcla esté bien integrada.
Cuando tengamos una masa suave añadimos la mantequilla y seguimos mezclando hasta que tengamos una masa lisa y homogénea. Colocamos un poco de masa en unos moldes para muffins y dejamos que leve hasta doblar su tamaño.
Precalentamos el horno a 190º C y horneamos unos 20 minutos. A la mitad de tiempo dejamos puesto solo el calor abajo y tapamos con un papel de aluminio para que no se quemen los savarín. Cuando estén horneados pasamos a preparar un almíbar con el que empaparemos los bollos. Los ingredientes para el almíbar son:
100 g de azúcar
3 cucharadas de ron blanco
La cáscara de una naranja
La cáscara de un limón
1 vaso de agua
En un cazo ponemos a calentar todos los ingredientes hasta conseguir un almíbar que tenga consistencia pero que no tenga el color del caramelo, ya que es este caso al mojar los savarín formaría una película dura que no queremos que tenga. Empapamos bien todos los bollos y dejamos que se enfríen.
Se pueden servir acompañados de nata montada (crema de leche), fruta fresca o lo que más nos guste. En mi caso lo he acompañado de naranja fresca y un poco de caramelo.