Desde que probé esta receta de scones la he preparado una y otra y otra vez. Es perfecta para el desayuno y lo mejor es que se prepara en muy poco tiempo.
Estos pequeños pero contundentes bizcochos son originarios de Escocia y muy populares en Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. Normalmente se preparan individualmente en forma cilíndrica. La versión de hoy es en forma de torta con secciones triangulares, ya marcadas antes de hornear, para que sea más fácil de separar cada una.
A mi me gusta comerlos aun tibios y humeantes con algo de mantequilla untada por arriba ¡como si ya no tuvieran suficiente!
la verdad me quedaron un poco (bastante) rusticones. Eso sí, son divinos
Como todos los panes rápidos, es importante no manipular mucho la masa para que los scones no queden duros, por eso yo prefiero siempre dejarlos unos minutos en la nevera o el congelador antes de hornearlos, para que el gluten se relaje y la mantequilla se enfríe un poco.
Scones de naranja
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Ingredientes:
130 g (2 tazas) de harina para todo uso.
50 g (1/4 de taza) de azúcar.
12 g (3 cucharaditas) de polvo de hornear.
1/2 cucharadita de sal.
100 g (8 cucharadas ó 1 barra) de mantequilla sin sal, fría y cortada en trozos pequeños (1 cm aproximadamente).
80 g (1/2 taza) de conchitas de naranja confitadas.
1 huevo.
116 g (1/2 taza) de buttermilk.*
Cáscara de 1 naranja finamente rallada.
Leche para pintar la masa.
* Se puede sustituir el buttermilk por 1/2 taza de leche a la que se le agrega 1 Cda. de vinagre blanco. Revolver y dejar reposar por 5 minutos antes de usar.
Instrucciones:
Pre-calentar el horno a 180 °C. Engrasar ligeramente una bandeja de horno.
En un recipiente profundo, combinar la harina, el azúcar, el polvo de hornear y la sal. Mezclar con un batidor para integrar bien los ingredientes. Añadir la mantequilla en trozos muy fría, y con la ayuda de dos cuchillos o las puntas de los dedos, integrar la mantequilla hasta que la mezcla parezca queso rallado. Pasar a un tazón grande y agregar las conchitas de naranja.
En un tazón pequeño, mezclar el huevo, el buttermilk y la ralladura de naranja hasta que se integren. Agregar de un golpe la mezcla líquida a la mezcla de harina. Usando un tenedor, revolver para formar una masa gruesa apenas integrada.
En este punto si se observa que la masa está muy blanda es mejor envolverla en plástico adherente y llevar al refrigerados por 15 minutos o al freezer por 5 minutos para que el gluten se relaje y la mantequilla se endurezca un poco.
Colocar la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y dar forma de disco procurando trabajarla lo menos posible. El disco debe medir alrededor de 15 cm y debe tener una altura de 3 cm aproximadamente. Colocar el disco sobre la bandeja de horno.
Con la ayuda de un cuchillo enharinado o una espátula de cocina, dibujar secciones con forma de cuña sin contar la masa por completo. Deben salir 8 cuñas iguales.
Cubrir la bandeja con plástico adherente y refrigerar nuevamente por 10 minutos.
Retirar la bandeja del refrigerador, remover el plástico adherente y "pintar" los scones con leche usando una brocha de cocina.
Llevar la bandeja al horno por 25 a 30 minutos hasta que los scones se doren. Retirar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla por 10 minutos antes de servir.
Da para 8 scones.
Adaptada de williams-sonoma.com
¿Te atreves a probar los scones? ¿tienes otra receta para prepararlos? ¿te han quedado duros alguna vez? (a mi sí). Deja tu comentario abajo, me encantaría saber cómo los preparas.