El plato original es una base de carne picada de cordero con algunas verduras hecho todo a fuego lento y ello bien cubierto de una generosa capa de puré de patata casero que finalmente se hornea para que quede la superficie crujiente.
Ingredientes: (3 raciones)
250 gr de carne picada
2 dientes de ajo
1 bote de tomate triturado con cebolla
Aceite de Oliva
Romero, sal y pimienta
Puré de coliflor (o de falstata como me gusta llamarlo)
Queso parmesano en polvo o rallado
Preparación:
Echamos aceite en la sartén y cuando esté bien caliente y echamos una lata de tomate triturado con cebolla (lo compro en Mercadona y para guisos da un resultad estupendo) y los dos dientes de ajo picado. Le damos unas vueltas con el fuego alto le echamos sal, romero y pimienta y bajamos el fuego, dejamos que se cocine a fuego lento unos 20 minutos.
Retiramos el tomate frito de la sartén. Echamos aceite y cuando se caliente echamos la carne picada hasta que se dore. Cuando esté dorada echamos el tomate frito que hemos hecho antes y dejamos cocinar 5 minutos. Retiramos del fuego dejamos enfriar antes de emplatar.
Cuando se haya enfriado la carne (1-2 horas) la echamos en un recipiente para horno, debe de estar frío para que evitar que el puré se hunda en la capa de carne. Si no tenemos tiempo suficiente podemos meter el recipiente en el congelador un rato para que se enfríe antes de poner encima el puré de coliflor.
Echamos el puré de coliflor (que preparamos en esta receta) por encima, echamos queso por encima (en este caso queso en polvo) y metemos en el horno a 180ºC durante 30 minutos hasta que esté dorado en la parte superior.
Dejamos que se enfríe 5 minutos y ya está listo para servir.
Consejos y trucos
La receta original se hace con puré de patata casero, pero para poder incluir la receta en una dieta baja en carbohidratos he sustituido el puré de patata por puré de coliflor.
A la carne picada podemos añadirle más verduras como guisantes y zanahorias entre otras, para darle más jugosidad y sabor, todo depende del tipo de dieta que estemos llevando, se suprimirían en una dieta baja en carbohidratos lo mismo que sucede con el puré de patata.
Para que la capa de puré quedé crujiente al hornearse le hacemos lineas con un tenedor o como en mi caso lo ponemos encima de la carne con una manga pastelera usando un cabezal estriado.
Podemos servir el pastel de carne como segundo plato, no le hace falta acompañamiento ya que es un plato completo. Eso sí es un plato contundente por el que el primero o entrante tiene que ser un plato ligero.