Con estos días duros que nos toca vivir con la epidemia del COVID-19, no queda otra que quedarnos en casa, y es por el bien de todos, así que unid@s todo pasará. Y claro, no queda más remedio que hacer la comida en casa, así que estos días vamos a subir un montón de recetas para hacer que esto se pase lo más rápido y tengáis muchas ideas culinarias, aunque ya sabéis que en el blog tenéis más de 450 recetas, no os vais a aburrir.
La receta de hoy son unas deliciosas galletas inglesas, de azúcar y canela, llamadas Snickerdoodles. Quedan espectaculares, duras por fuera, blanditas por dentro, y son muy fáciles, así que las podéis hacer con los peques de la casa
Ingredientes (para 18 galletas)
Para la masa:
60 gr. de mantequilla sin sal, ablandada.
160 gr. de azúcar .
1/4 de cucharadita de esencia de vainilla.
1 huevo grande.
240 gr. de harina.
3/4 de cucharaditas de cremor tártaro.
1/2 cucharadita de bicarbonato sódico.
1/8 cucharadita de sal.
1/4 de cucharadita de canela molida.
Para la cobertura:
1 cucharada y media de azúcar
1 cucharada de canela molida.
Preparación
Con una batidora de varillas, batimos la mantequilla, el azúcar y la esencia de vainilla hasta obtener una crema ligera y esponjosa. Añadimos el huevo y mezclamos bien, rebañando las paredes del cuenco hacia dentro para asegurarnos que todos los ingredientes se incorporan.
Tamizamos el resto de los ingredientes y los agregamos a la crema en dos o tres tandas. Mezclamos con la batidora o a mano hasta que se forme una bola suave de masa. Ponemos un un cuenco, cubrimos con film e introducimos en la nevera para que se enfríe. Dejamos reposar unos 40 minutos.
Mientras tanto, precalentamos el horno a 170ºC y forramos dos o tres bandejas de horno con papel de hornear.
A continuación, mezclamos el azúcar extrafino y la canela en un cuenco pequeño, para recubrir las galletas.
Cuando la masa esté lista, cortamos trozos pequeños, del tamaño de una nuez (bolitas de unos 25 gramos), y los pasamos por la mezcla de azúcar y canela, asegurándonos de que todas las bolas estén completamente recubiertas. Las aplastamos con un vaso. Las ponemos en las bandejas preparadas, unas 5 o 6 galletas por bandeja, dejando una separación de 4-5 cm entre ellas para que no se peguen entre sí al aumentar de volumen cuando las horneemos.
Horneamos durante 15 minutos o hasta que las galletas estén ligeramente doradas. Dejamos que se enfríen y adquieran firmeza sobre las bandejas durante unos minutos antes de ponerlas sobre una rejilla metálica.
Espero que os guste.