El solomillo de cerdo, es una de las piezas del cerdo ibérico, que particularmente me encanta, da igual el modo en el que lo termines, que, como es una carne tan jugosa queda bien con poco que le pongas.
Como el cerdo y la naranja maridan tan bien, he preparado este plato que resulta muy vistoso, es un plato que, según parece, puede aparentar muy sofisticado, pero veréis qué fácil y sencillo.
Nos ponemos el delantal.
INGREDIENTES: (2 raciones) Un solomillo de cerdo ibérico, una naranja, un melocotón en almíbar, 50 gr. de foie de pato mi cuit, 1 cucharada de pasta de miso, 250 ml de caldo de carne, 100 ml de agua, 50 gr. de azúcar, sal , pimienta, aceite de oliva aove, para terminar el plato brotes y una oblea de arroz.
ELABORACIÓN: Con antelación, con el pelador sacamos unas lascas de cáscara de naranja, sin lo blanco y las cortamos a tiritas finas. Ponemos en un cazo agua y le damos un hervor a las cáscaras, las sacamos, cambiamos el agua y le damos otro hervor, hacemos igual y un último hervor. En el cazo ya limpio pondremos los 100 ml de agua y los 50 de azúcar, añadimos las tiritas de cáscara y las dejamos confitar hasta que haga un almíbar. Las dejamos enfriar, y reservamos, las pondremos al final.
En un cazo pondremos el caldo de carne, el zumo de la naranja, la cucharada de miso a cocer, a mitad añadimos el foie mi cuit, lo dejamos reducir y lo pasamos por la batidora para que quede fino.
Cortamos el melocotón en gajos, los doramos en la plancha y se reserva.
Salpimentamos el solomillo y en la misma plancha del melocotón lo hacemos.
Freímos la oblea de arroz en aceite de oliva, tarda un segundo.
Para servirlo, cortamos el solomillo, le ponemos un gajo de melocotón en cada corte, le ponemos la salsa caliente y las tiritas de cáscara de naranja, los brotes y la oblea de arroz acompañando.
Como podéis ver, es un plato muy sabroso y queda espectacular si tenéis algún evento familiar, se puede preparar con antelación la naranja y la salsa y luego solo es calentar y mientras se hace el solomillo se pasa por la plancha el melocotón.
¿Os animáis?