El solomillo ibérico es una carne exquisita, que está buena simplemente a la plancha, y que solo con adornarla un poquito se puede convertir en un plato de fiesta fabuloso. En casa nos gusta a casi todos, porque mi marido no es muy amante del solomillo. En el blog hay muchas recetas de solomillo ibérico y también de otras carnes de cerdo ibérico, esto es porque tenemos cerca Emjamesa que tiene una carne estupenda, bueno y unos jamones que ni te cuento, todo lo que tienen está muy bueno, además son todos muy amables, si pasáis por aquí no dudéis en ir a visitarlos que seguro que no os vais a arrepentir.
Tengo que subir un día al blog el Ala de cabecero con tomate y pimientos, la carne queda tan tierna que es un autentico lujo (por lo buena que queda), eso si hay que ir con una buena barra de pan.
Me estoy liando, vamos ya con la receta, por cierto para Navidad os puede venir muy bien, Necesitamos:
2 solomillos
1 cebolla
1 diente de ajo
1 vaso de vino blanco
1 vaso de caldo de ave
4 cucharadas de mermelada de moras (otra que tengo pendiente de subir)
1 cucharada de postre de harina de maíz (maicena).
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta
Cortamos el solomillo en medallones de aproximadamente unos 3 cm de grosor, salpimentamos, en una sartén con un poco de aceite sellamos los solomillos dorándolos un par de minutos por cada lado, los retiramos y reservamos.
Añadimos un poco más de aceite a la sartén, pelamos el diente de ajo y lo cortamos en trocitos pequeños, lo ponemos a dorar sin que llegue a coger mucho color, pelamos la cebolla y la cortamos en juliana fina, la añadimos a la sartén con un poco de sal y dejamos que se vaya pochando a fuego lento hasta que empiece a tomar color.
Vertemos el vaso de vino en la sartén de la cebolla y dejamos reducir a la mitad, ponemos también la mermelada de moras y el caldo de ave, dejamos cocinar a fuego lento unos 10 minutos, pasado esté tiempo podemos hacer dos cosas:
La primera dejar la salsa tal cual y añadir la cucharadita de maicena disuelta en un poquito de agua, poner los solomillos y cocinar durante 4 minutos, esta ha sido mi opción, pero si no os gusta encontrar trozos y mucho menos las molestas semillas de las moras podemos hacerlo de la siguiente forma:
Trituramos la salsa con la batidora y la pasamos por el chino o en su defecto un colador para quitar todas las semillas, volvemos a poner la salsa en la sartén, añadimos la maicena disuelta y los solomillos y cocinamos los 4 minutos. De esta forma os quedará una salsa más fina y que les gustará también a los niños.