Esta sopa tiene su origen en dos recetas chinas auténticas; siempre que pedíamos esas sopas para llevar, acababa mezclándolas en casa y me las tomaba juntas, así que decidí recrear la receta con los elementos de las dos, y así la hago siempre en casa.Una es la sopa Pekín, parecida a la agripicante, y que suele llevar trocitos de pato también, y la otra es sopa de huevo batido, que a menudo también lleva trocitos de pollo. Pero mi versión es vegetariana y muy rápida de preparar. La sopa de huevo batido también es común en otros países asiáticos, como Japón, y solo cambia el nombre y a veces algún detalle menor, pero suele llevar huevo y cebolleta. Estas sopas también llevan tradicionalmente almidón de maíz o de patata para espesar, pero lo omito.
Las primeras veces que intenté recrear estas sopas, no terminaba de quedar satisfecha y no sabía por qué. Al final lo resolví; ¡el ingrediente secreto es el jugo de maíz dulce!
Con estas cantidades da para 2-4 comensales, según si se sirve como plato principal o no, si es comida o cena, etc. Yo siempre hago de más y así tengo sobras para el día siguiente.
150 g de maíz dulce en lata
2 zanahorias
2 cebolletas
4-5 setas chinas negras secas en tiritas/trocitos (4 cucharadas si ya van en tiras)
2 huevos
1 cucharada de caldo de verduras en polvo (muy común en la cocina asiática)
1 cucharada de salsa de soja
Opcional (lo añado a veces): 1/2 cucharadita de jengibre fresco rallado, 1/2 cucharadita de aceite de sésamo.
* No suelo añadir sal porque ya lleva en el polvo de caldo de verduras y en la salsa de soja, pero probad y rectificar al gusto.
Ejemplo de sobre de caldo en polvo;
lo hay de pollo, de verduras, de ternera...
La preparación:
1. No hace falta rehidratar las setas con antelación porque las vamos a hervir con el resto. Es muy importante que los trozos sean pequeños, porque crecen bastante cuando se rehidratan. Yo compro las setas ya en virutas, pero si alguna vez se me gastan, siempre tengo secas secas enteras de repuesto, porque al ser secas no se estropean. Si uso setas enteras, las rompo en un mortero o a máquina.
2. También tenemos que preparar las verduras; pelamos las zanahorias y las cortamos a lo largo por la mitad y cada mitad en dos otra vez, de modo que tengamos 4 bastoncitos y al cortar a trocitos nos saldrá una brunoise tosca. La cebolleta la cortamos en láminas en diagonal; que no sean muy gruesas, pero tampoco tienen que ser transparentes. No solo la parte blanca; aprovechamos todo lo que podamos del tallo verde. Reservamos un puñadito de cebolleta cruda para cuando sirvamos.
3. El maíz lo podemos estrujar un poco en la misma lata o en el mortero; con sacarle jugo a la mitad de la lata, sobra; también necesitamos granos enteros.
4. ¡Listos para cocinar! Es tan fácil como echar las verduras a la olla, añadir el caldo en polvo, la salsa de soja, el jengibre rallado si nos apetece y un litro de agua.
5. Yo lo hago en la olla rápida y son 5 minutos. Pasados esos 5 minutos, apagamos, dejamos que salga el vapor, abrimos la olla cuando baje el pitorro, vertemos dentro los dos huevos batidos y removemos rápido con unas varillas o un tenedor para que se rompa el huevo. Se cocina con el calor residual en cuestión de un minuto.
* Si lo haces en olla normal, recuerda tapar la olla para que no se evapore el caldo. Tardará un poco más que en la olla express, pero tampoco mucho más; llevalo al punto de ebullición y cocina hasta que la zanahoria esté tierna, en torno a 15 minutos. Después añades el huevo como explica el paso 5.
6. Finalmente servimos con las láminas de cebolleta que habíamos reservado y listo.
¡Buen provecho!
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Bergua*