Una sopa ideal para el verano. No sólo es sanísima y facilísima de hacer, sino que además es súper refrescante. Lo curioso es que es un plato coreano, de la magnífica Maangchi, pero los tomates cherry no son parte de la receta original; vienen de cuando Maangchi fue de viaje a España y probó el gazpacho andaluz. Le gustó tanto la idea que pensó que, a partir de entonces, su sopa de pepino coreana llevaría también tomates en homenaje al gazpacho andaluz. Así que yo hoy le rindo homenaje a Andalucía y a Corea con esta rica sopa llamada oi-naengguk =)
En su receta ella dice que es para 4 porque normalmente se sirve como guarnición junto con muchos otros cuencos de cosas ricas, pero nosotros nos lo tomamos como primer plato y nos la acabamos entre 2.
Aprox. 350 g = 1 pepino tipo inglés u holandés (de los que casi no tienen semillas)
1 diente de ajo
1 ajete
1/2 guindilla fresca (1 cucharadita)
1 y 1/2 cucharadita de sal
1-2 cucharaditas de salsa de soja
2 cucharaditas de azúcar (en mi caso azúcar moreno)
4 cucharaditas de vinagre (de vino blanco, de arroz, de manzana, marroquí...)
10 tomates cherry (los míos de colores)
Unos 250 ml de agua fría
8 cubitos de hielo
2 cucharadas de semillas de sésamo
La preparación:
* Esta sopa se sirve bien fría, así que lo mejor es que todos los ingredientes estén en la nevera hasta el momento de usarlos.
1. Tenemos que cortar el pepino en forma de cerillas. Para eso lo cortamos entero en rodajas diagonales finas. Conservamos la piel porque ahí se concentran todas las vitaminas ;)
2. Cuando tengamos todas las rodajas, amontonamos 5-6 y las vamos cortando en tiritas finas, como decía, tiene que quedar como cerillas. Reservamos en cuenco. ¡No escurráis el pepino!
3. Picamos finito el ajete y el diente de ajo, cortamos también la guindilla y lo añadimos todo al pepino.
4. Añadimos entonces la sal, el azúcar, la salsa de soja y el vinagre. Removemos con cuidado hasta que se disuelvan la sal y el azúcar.
5. Incorporamos entonces el agua y los cubitos. Cortamos los tomatitos y los añadimos también.
6. Ya sólo nos queda espolvorear con las semillas de sésamo; se pueden tostar un poco antes si queremos, yo no lo hice. Les damos un repaso en el mortero para desprendan el olor y el sabor a semilla y fruto seco y espolvoreamos la sopa con ellas. ¡Servir bien fría y justo después de hacerla!
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Bergua*