Tenemos la suerte de tener un pequeño castaño en el jardín, así que cada año vamos incursionando en las formas de preparar las castañas. El primer año, no nos complicamos mucho y las asamos como hacíamos en Barcelona. Al año siguiente las confité y este año las hicimos sopa!
El resultado ha gustado mucho a grandes y chicos: una sopa contundente, dulzona y muy especial para despedir los últimos fríos o darles la bienvenida al otoño (depende de que lado del ecuador esté cada uno).
Ingredientes:
- cebollas, 2 (o 3 si son pequeñas)
- manteca (mantequilla), 100 g
- castañas peladas (es bastante trabajoso...) o en conserva, 500 g
- caldo de verdura, 1 l (mucho mejor si es casero)
- crema de leche, 200 ml
- sal, a gusto
- pimienta, a gusto
- azúcar, 1 cdita
- canela, a gusto
Preparación:
Cortar la cebolla pequeña y rehogarla en la manteca y ponerle un poquito de sal y azúcar. Cuando la cebolla queda transparente, agregar el caldo, las castañas y cocinar a fuego bajo durante media hora o hasta que las castañas estén lo suficientemente blandas para procesar.
Con una licuadora de mano (o normal... yo usé la Thermomix), licuar todo hasta obtener un puré bien fino.
Agregar la crema de leche y condimentar con la pimienta, la canela.
Guten Appetit!