Antonio Gala, en su obra La Granada de los nazaríes (Editorial Planeta – 1992) escribe este texto:
Las bebidas más corrientes, aparte del vino, eran la leche, el agua aromatizada
con esencia de azahar o de rosa, el jugo de limón o de naranja, los jarabes
de membrillo, de granada o de manzana, el agua de cebada y la
horchata de chufas, que se bebía en las fiestas.
También el té caliente a la menta y el sorbete – sherbert –
preparado con esencia de violeta, rosa o plátano y hielo
picado que se traía de Sierra Nevada y se conservaba
en hondos agujeros cavados en la tierra.
La palabra sorbete viene del árabe (charab o sarap: bebida) y turco (chorbet), y que tienen un origen común en la voz árabe surba o charbat, de donde surgen sirope y sorbete, aunque sirope apareció en el siglo XII de la voz árabe Sirop, que declinó en el latín medieval a sirupus, llegada del árabe charab o sarap. Fuente de información.
Al pasar la palabra al italiano quedó como sorbetto, y al francés como sorbet. Los persas lo conocían como sharbets y es de ahí de donde se deriva el nombre que aparece en los textos de los siglos IX y X y que en al-Ándalus sería sherbets.
Aunque los historiadores mantienen que su origen se encuentra en la lejana China y que fue Alejandro Magno los trajo desde Oriente, los Egipcios y los romanos ya los conocían. Existe constancia en un texto en unas tablillas de la antigua Mesopotamia, donde se narra una fiesta celebrada hacia el año 870 antes de nuestra era, que usaban la nieve para enfriar las bebidas.
En su origen, el sorbete estaba compuesto de nieve con frutas heladas, miel y sustancias aromáticas y con el tiempo, se comenzó a elaborar con elementos como la leche, huevos, azúcar y aromas, lo que dio como resultado los helados tal y como los conocemos hoy en día.
El sorbete se diferencia del helado en que no contiene ni materia grasa, ni yemas de huevo. Los ingredientes básicos de un sorbete son un zumo o puré de frutas, al que posteriormente se le puede añadir otros ingredientes dependiendo de la imaginación y los deseos de experimentación de los cocineros.
En nuestro país, el sorbete fue introducido por los árabes, especialmente en Andalucia, por su característica de bebida fría, se le daba un alto valor medicinal para la regulación de la temperatura en el cuerpo
Los sorbetes los elaboraban con las nieves recogidas de las Sierras, como Sierra Nevada en Granada o la Sierra de las Nieves en Málaga, donde existían incluso en verano los llamados neveros; en la época estival era transportada a la ciudad durante la noche, subían a las montañas con caballerías, a las zonas más altas, recogían la nieve y la transportaban, vendiéndolas en las ciudades al amanecer. Solían conservar la nieve posteriormente en cuevas o en huecos especiales llamados neveras.
Cuando se habla de sorbete hay quien aún no tiene claro lo que es o no un sorbete, generalmente se suele pensar en la típica y tópica copa de una combinación casi líquida, emulsionada, con sabor a limón que se toma con una pajita en los banquetes, bodas, eventos o comidas de Navidad….como mucho con un toque de cava.
Bien es cierto que es la opción más socorrida a fin de preparar el estómago antes de empezar una comida o entre plato y plato para limpiar el paladar, aunque más bien puede servir como un postre, pienso que está más cerca de ser un helado o como mucho una granizada y aunque sus ingredientes básicos es zumo y azúcar, la presencia del alcohol hace que sea un aperitivo o una copa para disfrutar a cualquier hora del día.
Hoy les animo a disfrutar éste refrescante sorbete de naranja con un vino moscatel malagueño…..y disfruten de ésta deliciosa bebida.
¿Cómo la hice?
Ingredientes para el sorbete:
Naranjas para obtener medio litro de zumo, 90 grms. de azúcar, 50 ml. de agua.
Ingredientes para una copa:
150 ml. de tónica, el zumo de media naranja, 50 ml. de vino moscatel de Málaga, dos bolas de sorbete de naranja.
Para la decoración:
Cuatro guindas y un trozo de naranja cortada con la piel.
Los pasos a seguir:
Antes de nada hay que preparar el sorbete con unas cuatro horas minimas de antelación. Para ello:
Echar el agua y el azúcar en un cazo, ponerlo en el fuego y llevar a ebullición, removiendo continuamente hasta que comience a espesar y esté un poco dorado el almibar.
Retirarlo del fuego y dejarlo templar.
Mientras exprimir las naranjas, colar el zumo con un colador
pasarlo al vaso de la minipimer e incorporar el almibar, mezclar bien y pasarlo a un recipiente que se pueda cerrar.
Introducirlo en el congelador como minimo unas cuatro horas. Cada hora, sacar el recipiente y con unas varillas removerlo, así unas cuatro o cinco veces, con ello conseguiremos hacer el sorbete de forma que no sea compacto como el hielo.
Cuando el sorbete esté listo, preparar el resto de los ingredientes.
En un cuenco echar la tónica, el zumo de media naranja, el vino moscatel y removerlo a fin de que todos los ingredientes estén bien integrados.
Pinchar las guindas de dos en dos en palillos de madera.
Pasar el liquido a la copa donde se vaya a servir, agregar dos bolas de sorbete, las guindas e hincar el trozo de naranja en la copa.
Espero que les guste este cóctel que con total seguridad refrescarán ésos calurosos días veraniegos…..